Analistas anticipan presión al alza en el precio del metal rojo por compras preventivas y usos clave en la industria de defensa.
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El mercado del cobre continúa operando con alta sensibilidad frente a las tensiones geopolíticas. Según analistas, los recientes conflictos en Medio Oriente están generando una presión al alza en el precio del metal rojo, lo que podría potenciar aún más su demanda en sectores estratégicos, como el militar. Este lunes, la Bolsa de Metales de Londres registró un alza del 0,9%, cerrando en US$ 4,55 la libra, un reflejo inmediato de las crecientes preocupaciones globales.
El estrecho de Ormuz y su efecto dominó
Un evento considerado improbable pero altamente disruptivo sería la interrupción del estrecho de Ormuz, una de las principales rutas marítimas para el comercio de petróleo. Según Juan Cristóbal Ciudad, analista senior de Plusmining, esta situación “podría afectar tanto el suministro de cobre como de insumos clave para su producción y transporte, especialmente combustibles” explicó al Diario Financiero. Este tipo de contingencia podría generar un escenario de acaparamiento preventivo, donde las empresas manufactureras buscarían asegurar su abastecimiento, aumentando aún más la demanda por cobre.
Industria militar: un motor silencioso para el metal rojo
Además del comportamiento preventivo de la industria, existe una demanda estructural creciente en sectores vinculados a la defensa y seguridad. El cobre es esencial en vehículos blindados, sistemas electrónicos, telecomunicaciones y armamento, lo que lo convierte en un recurso estratégico durante periodos de tensión militar. “El cobre podría adquirir aún más protagonismo en la industria de defensa, lo que abriría ventas de oportunidad para países productores”, apuntó Ciudad.
Precio podría alcanzar los US$ 5 la libra
Juan Ignacio Guzmán, CEO de GEM Consulting, indicó al medio nacional que si la tensión se mantiene sin un escalamiento mayor, el precio del cobre podría llegar a US$ 5 por libra. Esto implicaría un aumento del 20% en los ingresos para las compañías productoras de cobre a nivel global. Este escenario sería especialmente favorable para productores en América Latina, como Chile y Perú, que podrían ver una mejora sustancial en su balanza comercial.
Riesgo latente: el cisne negro cuprífero
Sin embargo, ambos expertos advierten que una escalada bélica prolongada podría tener un efecto inverso. En un evento considerado como “cisne negro”, la inestabilidad global podría frenar la actividad económica y con ello, la demanda por cobre, provocando una caída en los precios. “Es probable que si el conflicto escala, las actuales proyecciones optimistas del mercado cuprífero tengan que ajustarse drásticamente”, concluyó Guzmán.
