El gobierno de Donald Trump transfirió 28.000 acres en el noroeste de Alaska a una corporación nativa, acercando más terreno al control local en torno a una ruta minera aún en evaluación.
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La decisión se alinea con la política del expresidente de eliminar barreras al desarrollo energético y de recursos en el estado.
“Al poner tierras en manos de los nativos de Alaska, estamos fomentando oportunidades y reduciendo obstáculos federales”, afirmó el secretario del Interior, Doug Burgum.
Territorio transferido a corporación de la tribu Inupiat
El terreno fue adjudicado a NANA Regional Corporation, con sede en Kotzebue y controlada por la tribu Inupiat. La entidad no emitió comentarios inmediatos.
NANA respalda la construcción de una vía hacia el distrito minero de Ambler, que contiene yacimientos de cobre, zinc y plomo. Sin embargo, el año pasado rompió vínculos con un proyecto impulsado por una agencia estatal.
Posteriormente, la administración Biden rechazó la construcción de la carretera, alegando impactos potenciales en poblaciones de caribúes, peces y comunidades nativas.
