Petróleos Mexicanos (PEMEX) busca extraer litio de salmueras de yacimientos petrolíferos para diversificar su cartera y avanzar en la transición energética del país.
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El director ejecutivo, Víctor Rodríguez, reveló en la presentación del Plan Estratégico 2025–2030 de la empresa que se han detectado altas concentraciones de litio, comparables a las de Bolivia, en operaciones de perforación en cinco estados.
PEMEX está evaluando tecnologías de extracción directa de litio (DLE) para aislar y procesar el metal en carbonato o hidróxido, materiales esenciales para baterías y tecnologías de energía limpia.
Dentro del plan, PEMEX podría lanzar una nueva subsidiaria, PEMEX Litio, para producir «petrolitio», litio extraído de salmueras de petróleo. Esta medida se alinea con la iniciativa de la presidenta, Claudia Sheinbaum, de diversificar la energía y fortalecer la soberanía de recursos.
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Sheinbaum ha presentado la expansión de la empresa hacia el litio como un cambio deliberado lejos de la dependencia en la producción petrolera, la refinación y la venta de combustibles, abriendo nuevas fuentes de ingresos en el proceso.
Esta iniciativa podría facilitar la colaboración con la empresa nacional de litio, LitioMx, siguiendo la tendencia global en la que las grandes petroleras invierten en litio para proteger sus operaciones futuras.
México posee unas estimadas 1.7 millones de toneladas de reservas de litio. Aunque menores que otros productores latinoamericanos, el país cuenta con 82 yacimientos conocidos en 18 estados, con las mayores concentraciones en Sonora, Puebla y Oaxaca. Expertos señalan que, con inversión y desarrollo específicos, México podría convertirse en un actor relevante en el mercado mundial de litio.
Analistas advierten que PEMEX enfrenta desafíos significativos en el sector, como su falta de experiencia en minería no energética, las dificultades técnicas de la extracción de litio basado en arcilla y la necesidad de cumplir con estándares de sostenibilidad.
El gobierno ve positivamente la participación de PEMEX como una extensión natural de su papel en el cambiante panorama energético global, con posibles alianzas en el horizonte con universidades, centros de innovación y empresas públicas en el extranjero.
