La tensión entre Estados Unidos y Venezuela escaló este viernes tras la orden del expresidente Donald Trump de enviar 10 aviones de combate F-35 a Puerto Rico. Según fuentes citadas por Reuters, la misión se enmarca en operaciones contra organizaciones narcoterroristas y refuerza la presencia militar estadounidense en la región.
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Reforzamiento militar en el sur del Caribe
Los F-35 estarán operativos la próxima semana en un aeródromo militar caribeño. Estos cazas de quinta generación, especializados en ataques terrestres, complementarán la flota ya desplegada: siete buques y 4.500 infantes de marina enviados previamente como parte de la campaña antidrogas.
Venezuela denuncia y convoca a la Milicia
El presidente Nicolás Maduro rechazó las acciones de Washington, acusando a Trump de intentar un cambio de régimen y de buscar recursos petroleros “gratis”. En respuesta, el gobierno venezolano convocó a la Milicia Nacional y reservistas para una “primera activación” destinada a apoyar a las Fuerzas Armadas ante un posible ataque.
Incidente aéreo con cazas venezolanos
El anuncio del despliegue se produjo un día después de que dos aviones F-16 venezolanos sobrevolaran al destructor USS Jason Dunham en aguas internacionales. El Pentágono calificó el hecho como un “acto altamente provocador” y advirtió a Caracas que no interfiera en las operaciones estadounidenses contra el narcotráfico.
Reacciones en la región
Mientras tanto, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum, reiteró que no permitirá operaciones militares extranjeras en su territorio, aunque reconoció el impacto regional de la decisión estadounidense. Analistas señalan que la campaña militar contra supuestos carteles en Venezuela podría entrar en una fase de mayor confrontación.
