La noticia de la semana en la minería global provino de Londres y Vancouver: Anglo American y Teck Resources anunciaron su fusión para crear Anglo Teck, un gigante valorado en más de US$50.000 millones que se posicionará como el quinto productor mundial de cobre y un actor clave en minerales críticos para la transición energética.
El acuerdo, calificado como una “fusión entre iguales”, tiene el potencial de transformar la estructura del mercado minero global. Sin embargo, expertos consultados coinciden en que, aunque se trata de la operación más relevante de la última década en la industria, su concreción dependerá de complejos procesos regulatorios y de la reacción de otros grandes jugadores como China, BHP o Glencore.
El análisis de Plusmining: “Estamos frente a palabras mayores”
Para Juan Carlos Guajardo, director ejecutivo de Plusmining, la operación marca un antes y un después:
“Es una gran noticia en términos del tamaño de las compañías y el nivel de producción. Estamos hablando de palabras mayores en fusiones y adquisiciones de la industria minera”.
El analista recuerda que tanto BHP (2024) como Glencore (2023) intentaron adquirir sin éxito a Anglo y Teck, respectivamente. En ese contexto, interpreta la fusión como una respuesta proactiva de ambas firmas para blindarse de futuros intentos hostiles y ganar músculo en un mercado donde escasean proyectos de alta calidad.
Guajardo anticipa que la consolidación apenas comienza:
“Hace años visualizamos que habría una reorganización en la industria. Son pocos los proyectos de calidad y muchos tardan décadas en madurar, por lo que la vía más rápida de crecimiento son las fusiones y adquisiciones”.
Incluso proyecta que los plazos de integración podrían ser relativamente rápidos:
“Me acercaría más a cinco años que a diez, porque se trata de operaciones ya activas y no de proyectos greenfield”.
Núcleo Minero: “La fusión refleja el apetito global por asegurar cobre”
Álvaro Merino, director ejecutivo de Núcleo Minero y exgerente de estudios de Sonami, la califica como una de las operaciones más relevantes de los últimos diez años.
Si bien destaca el valor estratégico del acuerdo, advierte que aún existen grandes incertidumbres:
“Hay mucho camino por recorrer. Deben pronunciarse las autoridades en Canadá, Londres y, muy especialmente, en China”.
Merino subraya que el trasfondo de la fusión es el apetito global por garantizar acceso a cobre, insumo fundamental para la electromovilidad y las energías limpias.
“Lo importante de esta operación es que refleja el interés por asegurar la producción futura, anticipando la alta demanda que se espera”.
El experto también sugiere que podrían aparecer otros interesados en mejorar la oferta:
“No se puede descartar que nuevos actores intervengan. China, en particular, juega un rol decisivo en asegurar minerales estratégicos y podría incidir en este proceso”.
GEM Mining Consulting: “Las sinergias en Chile son la clave”
Desde un ángulo más operativo, Patricio Faúndez, economista jefe de GEM Mining Consulting, pone el foco en la relevancia de los activos en Chile, donde Anglo y Teck tienen operaciones adyacentes en Collahuasi y Quebrada Blanca.
Faúndez detalla que:
- Collahuasi produjo 559 mil toneladas de cobre en 2024, de las cuales 246 mil correspondieron a Anglo.
- Quebrada Blanca alcanzó 208 mil toneladas en el mismo período.
La combinación eleva la producción conjunta a 766 mil toneladas, consolidando a Anglo Teck como un actor de escala global con proyecciones de 1,2 a 1,3 millones de toneladas anuales.
“La fusión podría generar un aumento adicional de 175 mil toneladas de cobre al año, equivalente a US$1.400 millones en Ebitda incremental. Esa es la gran clave: las sinergias operacionales en Chile”, señala Faúndez.
No obstante, advierte que el proceso deberá superar filtros regulatorios en varias jurisdicciones y contar con el visto bueno de accionistas, lo que podría tomar entre 12 y 18 meses.
Un hito en un ciclo de consolidación minera
Más allá de las cifras inmediatas, los tres expertos coinciden en que esta operación confirma una tendencia de consolidación global en la minería, impulsada por tres factores:
- Escasez de proyectos nuevos de cobre de alta ley.
- Altos costos y plazos de desarrollo de nuevas minas.
- Demanda creciente por minerales críticos debido a la transición energética, la electromovilidad y las energías renovables.
Así, la fusión Anglo-Teck aparece no solo como una operación empresarial, sino como un símbolo del reacomodo global en torno al cobre, el metal clave del siglo XXI.