Biofirmas en rocas marcianas generan expectación, aunque el hallazgo aún debe confirmarse en la Tierra
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El descubrimiento del Perseverance
El rover Perseverance de la NASA encontró indicios de materia orgánica en el cráter Jezero, un lugar donde hace miles de millones de años existió un lago. Durante su recorrido por el valle Neretva, el robot examinó afloramientos de la formación Bright Angel, compuestos por rocas arcillosas y sedimentos. Allí identificó manchas verdosas y nódulos conocidos como “piel de leopardo”, que podrían estar vinculados a procesos biológicos antiguos.
La muestra clave: Cañón Zafiro
Entre las rocas recolectadas destaca una bautizada como Cañón Zafiro, sellada en una cápsula que quedó en la superficie marciana a la espera de una misión futura que la traiga a la Tierra. El análisis con instrumentos más avanzados permitiría comprobar si estas estructuras son realmente huellas de vida pasada o si responden a procesos químicos sin intervención biológica.
Voces desde la NASA y la ciencia
El administrador interino de la agencia, Sean Duffy, afirmó que estas podrían ser “las señales más claras” de vida observadas hasta ahora en Marte. La jefa de ciencia, Nicky Fox, comparó las manchas con “los restos de la comida de un microbio”. Investigadores españoles del Centro de Astrobiología, como Alberto González Fairén y Felipe Gómez, participaron en el estudio, publicado en la revista Nature.
El debate sobre el retorno de muestras
La misión Mars Sample Return, pensada para traer a la Tierra los tubos con material recolectado, enfrenta incertidumbre política. Según se ha señalado, el presidente Donald Trump busca cancelar o reducir este tipo de proyectos, lo que pondría en riesgo la recolección definitiva de las evidencias. Mientras tanto, China planea su propia misión de ida y vuelta para la próxima década.
Expectativas y dudas
Los expertos coinciden en que los hallazgos son prometedores, pero advierten que no constituyen una prueba directa de vida. La confirmación solo podrá obtenerse con un análisis en laboratorios terrestres, donde se contará con mayor precisión para descifrar si estas huellas marcianas son realmente biofirmas.
