La Agencia Internacional de Energía (IEA) ha emitido un aviso que subraya la vulnerabilidad que enfrentan las cadenas de suministro internacionales. Esta inestabilidad se debe al control sustancial que ejerce China tanto en la extracción como en el procesamiento de las tierras raras.
El documento señala que la nación asiática genera el 60 % de la producción minera mundial de estos elementos, y su influencia es aún mayor en las fases de refinación y separación, donde alcanza el 91 % del total global. La importancia de estos minerales radica en su uso esencial para componentes estratégicos, específicamente los imanes permanentes, indispensables en la manufactura de vehículos eléctricos, turbinas eólicas y motores de uso industrial. Con un control del 94 % en la fabricación de estos imanes, China se establece como el actor principal en este sector crucial.
El reporte también subraya que los próximos controles de exportación de China, cuya expansión está prevista para 2025, abarcarán no solo cinco tierras raras adicionales, sino también productos terminados elaborados a partir de materiales chinos, incluso si el proceso de manufactura final ocurre fuera del país asiático. La introducción de estas limitaciones intensifica la exposición de industrias de alta dependencia (como la defensa, la automotriz y la manufactura avanzada) a diversos riesgos. Dichos riesgos van desde interrupciones en el comercio hasta variaciones significativas en los precios y amenazas a la seguridad energética. Financieramente, esta coyuntura tiene el potencial de provocar consecuencias globales severas durante el futuro próximo.
La repercusión estratégica de la hegemonía en baterías de iones de litio
Más allá de su posición dominante en tierras raras, la IEA resalta el papel preponderante de China en la cadena de suministro de baterías de iones de litio, que son vitales para la industria automotriz y el almacenamiento de energía. La nación no solo genera una cantidad considerable de celdas y paquetes, sino que también domina la manufactura de componentes críticos, tales como los ánodos y cátodos LFP. Una interrupción potencial en los flujos de exportación derivados de esta posición de dominio podría desencadenar una falta de materias primas esenciales, el encarecimiento de los productos, y la paralización de la producción en la industria de vehículos eléctricos, así como en áreas de defensa y aeroespacial.
Frente a esta realidad, el documento subraya la urgencia de buscar una mayor diversificación en las redes de suministro globales. Varios países con potencial minero, incluidos Australia, Brasil, Estados Unidos e India, están posicionándose como posibles focos para el desarrollo de iniciativas mineras y comerciales relacionadas con las tierras raras y la tecnología de baterías. No obstante, se advierte que estas acciones emergentes no lograrán mitigar sustancialmente la dependencia de China en el futuro cercano. Para Chile, siendo un actor relevante en la extracción de litio, este escenario crea tanto incentivos como obstáculos para robustecer y diversificar su producción, lo que le permitiría asumir un rol fundamental en el abastecimiento global de materiales indispensables para la electrificación industrial.




