China ha levantado la prohibición sobre la exportación de galio, germanio y antimonio hacia Estados Unidos tras un año de restricciones.
China flexibiliza exportaciones de minerales críticos
El Ministerio de Comercio de China anunció la suspensión de su prohibición de exportar galio, germanio y antimonio hacia Estados Unidos. La medida, que había sido implementada en diciembre de 2024 como represalia por las restricciones estadounidenses sobre chips de memoria de alta capacidad, será pausada por un periodo de un año. Según el comunicado oficial, la suspensión estará vigente hasta el 27 de noviembre de 2026, sin que se entregaran mayores detalles.
Estos minerales poseen un alto valor estratégico. Galio y germanio son esenciales en la fabricación de semiconductores; además, el primero es utilizado en tecnología avanzada de radares, mientras que el segundo es crucial para dispositivos de infrarrojos, cables de fibra óptica y celdas solares. Por su parte, el antimonio mantiene un rol relevante en aplicaciones militares, como retardantes de llamas y cebadores para municiones. Esta decisión marca un nuevo avance en la distensión comercial entre las dos economías más grandes del mundo, aunque se enmarca en un contexto todavía competitivo respecto a tecnologías clave.
Impacto económico y producción mundial
Un análisis realizado por la consultora Project Blue estimó que China fue responsable de cerca del 50% de la producción mundial de antimonio en 2023, además de dominar aproximadamente el 60% de la refinación de germanio y el 99% de la producción refinada de galio. Este liderazgo en los mercados de materias primas críticas posiciona al país como un proveedor indispensable para diversas industrias globales, especialmente en el ámbito de los semiconductores.
El levantamiento temporal de estas restricciones podría ser estratégico para mitigar las consecuencias económicas. La prohibición de galio y germanio, por sí sola, representaba un potencial impacto de $3.400 millones en la economía estadounidense según el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS). Aproximadamente la mitad de estas pérdidas se vincularían directamente con el sector de semiconductores, un espacio clave en la disputa tecnológica entre ambos países.

