La Refinería Aconcagua celebra 70 años desde su inauguración, reafirmando su rol estratégico en el abastecimiento energético de Chile.
Un aniversario histórico para la Refinería Aconcagua
Ubicada en Concón, la Refinería Aconcagua, de Empresa Nacional del Petróleo (Enap), conmemora este miércoles 70 años de operación. Desde su inauguración el 12 de noviembre de 1955, se ha mantenido como un pilar clave para satisfacer el consumo energético de la nación. Con una capacidad de refinación de 102.000 barriles de crudo diarios y operando junto al Terminal Marítimo Quintero, esta instalación abastece principalmente a la zona centro-norte del país. Más de 800 trabajadores gestionan su compleja operación, que combina producción, almacenamiento y distribución de combustibles.
Durante la celebración, Gloria Maldonado, presidenta del Directorio de Enap, destacó el rol histórico y futuro de la planta: “Desde el Directorio, celebramos que este aniversario nos encuentra en un momento de madurez organizacional, con una estrategia clara: nuestro plan Enap 2040. En este compromiso, Refinería Aconcagua ocupa un lugar central”. Maldonado subrayó también la apuesta de la estatal por la transición energética, citando como ejemplo el desarrollo del diésel renovable a través del reciclaje de aceite usado, tecnología pionera en América Latina que reduce en un 80% las emisiones de CO₂ equivalente.
Innovación y transición energética en el centro de la estrategia
La Refinería Aconcagua es clave no solo para el abastecimiento actual, sino también como un laboratorio de innovación en el camino hacia una matriz energética más sostenible. Julio Friedmann, gerente general de Enap, señaló: “Junto con ser clave en el suministro actual de combustibles, aspiramos a que sea un espacio donde podamos innovar en el desarrollo energético, equilibrando tradición y vanguardia”. Esta visión incluye proyectos como la producción de combustibles renovables, que posicionan a la planta como un referente en eficiencia energética y cuidado del medio ambiente.
El recorrido de la Refinería Aconcagua comenzó incluso antes de su inauguración oficial en 1955. Construida por decisión del gobierno de Gabriel González Videla, surgió como respuesta a las necesidades del país tras el descubrimiento de petróleo en Tierra del Fuego en 1945. La logística de su construcción fue compleja, marcando un hito en la historia de la ingeniería nacional.
