Glencore ingresó una DIA para extender la operación de Lomas Bayas hasta 2038 y aumentar su producción de cobre.
Extensión operativa y proyección productiva
La compañía minera Glencore presentó una Declaración de Impacto Ambiental (DIA) ante el Servicio de Evaluación de Impacto Ambiental (SEA) con el fin de extender la vida útil de su faena Lomas Bayas, ubicada en la comuna de Sierra Gorda, Región de Antofagasta. La iniciativa contempla una inversión de US$103 millones y busca mantener la operación hasta 2038, reforzando así la continuidad de uno de los yacimientos de lixiviación más relevantes del norte del país.
Según cifras de la Comisión Chilena del Cobre (Cochilco), Lomas Bayas produjo 74 mil toneladas de cobre fino durante 2024. Con el nuevo proyecto, Glencore prevé un incremento en la producción de cátodos, pasando de un promedio anual de 80 mil toneladas a 82,5 mil toneladas, con un límite máximo proyectado de 90 mil toneladas de cobre al año. Este aumento responde al acceso a sectores de mayor ley mineral dentro del yacimiento.
Cambios en la operación minera: más movimiento de material
La propuesta de Glencore incluye modificaciones relevantes en la escala de operación. El plan considera elevar la tasa máxima de movimiento total de la mina, que implica la extracción diaria de material, desde 255 mil toneladas a 350 mil toneladas. Este ajuste también implica duplicar la tasa de movimiento de estéril, que pasará de 75 mil a 150 mil toneladas diarias.
Estos cambios buscan asegurar una mayor eficiencia operativa y sostener el aumento previsto en la producción de cobre durante los próximos años. La configuración de explotación permanecerá basada en procesos de lixiviación, extracción por solventes y electroobtención, característicos del modelo productivo de Lomas Bayas.
Logística y continuidad de las cadenas de exportación
Glencore no proyecta modificaciones en el sistema de transporte de los cátodos de cobre, que mantendrán su ruta habitual hacia los puertos de Angamos y Antofagasta, ubicados en las comunas de Mejillones y Antofagasta, respectivamente. Desde estas instalaciones se despacha gran parte del cobre producido por la faena hacia los mercados internacionales.
La empresa destacó que las mejoras propuestas no solo permitirán optimizar la extracción en sectores de mayor potencial, sino también garantizar la estabilidad de la operación en un contexto donde el suministro global de cobre enfrenta presiones crecientes. El metal rojo es clave para la transición energética, lo que ha motivado a diversas compañías del sector a reforzar sus proyecciones a largo plazo.
Contexto sectorial y expectativas
La decisión de extender la vida útil de Lomas Bayas se enmarca en una estrategia más amplia del sector minero para asegurar la continuidad operacional de yacimientos en explotación, en momentos en que las nuevas inversiones verdes y la demanda internacional mantienen perspectivas sólidas. En Chile, la combinación de leyes a la baja, mayores exigencias ambientales y costos operativos presiona a las compañías a buscar optimizaciones y fortalecer sus bases productivas existentes.
La tramitación de la DIA abrirá un proceso de evaluación técnica, ambiental y participativa que deberá abordar los posibles efectos asociados al incremento del movimiento de material y al prolongamiento de la operación minera. De ser aprobado, el proyecto consolidará a Lomas Bayas como una faena activa más allá de la próxima década, con una contribución relevante al mapa del cobre en la Región de Antofagasta.
