El presidente del IIMP, Darío Zegarra, detalló los ejes de la nueva estrategia estatal que busca modernizar la regulación y combatir la minería ilegal mediante la cooperación multisectorial.
La industria minera del país vecino se encuentra en un punto de inflexión con la definición de la Política Nacional de Minería al 2050. Darío Zegarra, presidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP), presentó los lineamientos que marcarán el desarrollo del sector durante las próximas tres décadas.
En el marco de la «Semana de Aniversario» por los 82 años de la institución, el líder gremial destacó que esta iniciativa, encabezada por el Ministerio de Energía y Minas (MINEM), busca establecer una hoja de ruta hacia la sostenibilidad y la equidad.
El objetivo central es articular los esfuerzos del Estado, el sector privado, la academia y la sociedad civil para garantizar que la riqueza mineral se traduzca en bienestar tangible para la población.
Los tres pilares de la estrategia
Según lo expuesto en el encuentro, la nueva política minera se sustenta en tres ejes fundamentales para destrabar el potencial de la industria:
- Cooperación intersectorial y multinivel: Se busca una articulación efectiva entre el Ejecutivo, los gobiernos regionales y las administraciones locales para unificar criterios.
- Marco normativo moderno: La prioridad es generar reglas eficientes que promuevan la inversión y reduzcan significativamente la burocracia estatal.
- Enfoque territorial: Orientado a un desarrollo equitativo que permita el cierre de brechas sociales y fortalezca la relación con las comunidades aledañas a los proyectos.
Combate a la informalidad y «tramitología»
Para el IIMP, la implementación de este instrumento es crítica ante el complejo escenario actual. El sector enfrenta desafíos urgentes vinculados al exceso de trámites (conocido localmente como «tramitología»), la inseguridad en faenas y la expansión de la minería ilegal.
Zegarra fue enfático al señalar que la falta de orden institucional pone en riesgo el desarrollo económico. «La institucionalidad es la base de la seguridad y la prosperidad. Sin reglas claras y una articulación efectiva del Estado, es imposible acelerar inversiones y generar bienestar real», sostuvo.
Finalmente, el ejecutivo hizo un llamado a respaldar la implementación de esta política de Estado y a fortalecer el diálogo técnico, asegurando que con una minería moderna y centrada en las personas, se puede «construir un futuro más justo para todos».
