Hitachi Energy invertirá más de US$ 1.000 millones para expandir su negocio global de servicios y fortalecer su presencia en Norteamérica.
Alianza estratégica con Shermco y Blackstone
Hitachi Energy anunció la adquisición de una participación minoritaria en Shermco, compañía destacada en servicios eléctricos en Norteamérica, como parte de un acuerdo estratégico con Blackstone Energy Transition Partners (Blackstone). Esta alianza busca robustecer su portfolio de soluciones para el mantenimiento y modernización de infraestructuras críticas, con enfoque en Estados Unidos y Canadá.
La incorporación de Hitachi Energy como socio estratégico añade un importante valor tecnológico y operativo. Según Phil Petrocelli, director ejecutivo de Shermco, “esta inversión demuestra nuestro compromiso con satisfacer las necesidades energéticas esenciales de nuestros clientes y refuerza nuestra reputación en materia de seguridad y excelencia. Con este respaldo y los recursos adicionales, esperamos ampliar nuestra presencia y capacidades para seguir acelerando nuestro crecimiento conjunto”.
Un respaldo multimillonario para infraestructuras energéticas
La compañía proyecta una ambiciosa inversión superior a los US$ 1.000 millones destinados a la expansión global de su negocio de servicios. Este plan incluye el desarrollo de herramientas digitales como HMAX Energy, junto con la incorporación y capacitación de más de 5.000 especialistas en servicios alrededor del mundo.
El objetivo central es reforzar la capacidad de Hitachi Energy para monitorear y modernizar redes eléctricas en distintos mercados, contribuyendo a la transición hacia infraestructuras más electrificadas, sostenibles y resilientes. Esta medida llega en un contexto global en el cual gran parte de las redes eléctricas operan cerca de su vida útil, mientras la demanda energética sigue en aumento.
Desafíos y oportunidades del sector eléctrico
Los desafíos globales de envejecimiento de infraestructuras y aumento de la demanda energética exigen soluciones integrales. En Estados Unidos, por ejemplo, más del 70 % de las líneas de transmisión ya ha alcanzado varias décadas de operación, incrementando los riesgos de interrupciones del servicio y vulnerabilidades cibernéticas. Esto obliga a centros de datos, utilities e industrias a modernizar sus sistemas energéticos de manera urgente.
