Proyecto Gualcamayo se suma al RIGI y consolida impulso a la inversión minera en Argentina

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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La aprobación del proyecto aurífero en San Juan eleva a US$ 25.000 millones el volumen total comprometido bajo el régimen de incentivos, reforzando la estrategia del gobierno para atraer capitales de gran escala al sector extractivo.

La minería argentina dio esta semana un nuevo paso en su proceso de reactivación con la incorporación del proyecto de oro y plata Gualcamayo al Régimen de Incentivo a las Grandes Inversiones (RIGI), un programa clave de la actual administración orientado a destrabar inversiones de gran magnitud. La iniciativa, ubicada en la provincia de San Juan, considera un desembolso estimado de US$ 665 millones y permitirá extender la vida útil de una mina ya existente, además de generar cerca de 1.700 empleos directos e indirectos.

El anuncio fue realizado por el ministro de Economía, Luis Caputo, quien destacó que con esta aprobación la inversión total comprometida bajo el RIGI alcanza los US$ 25.000 millones, consolidando al régimen como una de las principales herramientas de atracción de capitales en sectores estratégicos. El programa contempla beneficios fiscales, estabilidad normativa y facilidades para el acceso a divisas, elementos considerados clave por los inversionistas en un contexto macroeconómico aún desafiante.

Un proyecto de alta complejidad tecnológica

El eje central de la iniciativa es el desarrollo del Proyecto Carbonatos Profundos (DCP), un yacimiento que concentra más de 3,5 millones de onzas de oro en recursos, certificados bajo estándares internacionales NI 43-101 y JORC. De ese total, 2,45 millones de onzas ya han sido clasificadas como reservas, lo que otorga una base sólida al plan de largo plazo.

El proyecto aprobado contempla una inversión superior a los US$ 660 millones, de los cuales US$ 50 millones se destinarán específicamente a exploración geológica. Según detallaron desde la compañía, el componente más relevante será la construcción de una planta de oxidación a presión, tecnología de alta complejidad que permitirá procesar minerales refractarios, un segmento históricamente subexplotado en la región.

Impacto estratégico y regional

Juan José Retamero, titular de Aisa Group, controlador del proyecto, subrayó que la incorporación de Gualcamayo al RIGI “pone en valor la verdadera dimensión de esta inversión”, destacando que la futura planta será una de las pocas de su tipo a nivel mundial y la primera de estas características en Sudamérica. La iniciativa no solo busca potenciar la producción aurífera, sino también posicionar a Argentina en un nicho tecnológico de alto valor agregado dentro de la minería global.

Desde una perspectiva macroeconómica, la aprobación del proyecto refuerza la señal de apertura del país a la inversión extranjera directa en minería, en un escenario internacional marcado por la volatilidad de los mercados de metales y la creciente competencia entre jurisdicciones por captar capital. La apuesta por proyectos de gran escala, con tecnología avanzada y estándares internacionales, se perfila como un elemento central de la estrategia oficial para dinamizar el crecimiento y fortalecer las exportaciones.

Palabras clave: Gualcamayo, RIGI, minería argentina, inversión minera, oro y plata, San Juan, Aisa Group, Proyecto Carbonatos Profundos, Luis Caputo

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