El Perú podría duplicar su producción de cobre en los próximos años gracias a una cartera de proyectos estratégicos de gran escala, según un informe del Banco Central de Reserva (BCR). Actualmente, el país registra una producción que supera los 2.75 millones de toneladas métricas, pero el desarrollo de nuevas iniciativas podría elevar esta cifra significativamente.
Proyectos clave y potencial de crecimiento
De acuerdo con el BCR, el país cuenta con un potencial adicional de 3.2 millones de toneladas métricas de cobre, un volumen que, sumado a la producción actual, proyecta al Perú como uno de los líderes mundiales en la industria cuprífera. Para alcanzar esta meta, se necesitaría una inversión estimada en US$ 47 mil millones, destinada principalmente a proyectos de gran envergadura como Yanacocha Sulfuros, La Granja, Michiquillay y Tía María. Estas iniciativas son altamente estratégicas en el contexto de una creciente demanda global impulsada por la transición energética y la electrificación.
El desarrollo de estos proyectos no solo aseguraría la consolidación del país en el mercado internacional del cobre, sino que también generaría significativos beneficios económicos. Según el informe, la producción adicional podría aportar cerca de un 6.5% al Producto Bruto Interno (PBI) durante la vida útil de las minas, mientras que la inversión privada necesaria equivaldría al 15.7% del PBI. Este doble impacto destaca el rol clave del sector minero en la economía peruana.
Desafíos para la implementación
A pesar de las oportunidades, el informe del BCR subraya los desafíos que enfrenta el sector minero para concretar estos proyectos. Uno de los principales obstáculos radica en los conflictos sociales que, en ocasiones, derivan en paralizaciones. Estas tensiones están generalmente vinculadas a preocupaciones ambientales, sociales y a la percepción de una desigual distribución de beneficios. Ejemplos destacados incluyen los problemas registrados con el proyecto Conga y las dificultades de acceso a terrenos en Tía María, los cuales han incrementado tanto los costos como los plazos de ejecución.
Otro factor limitante es el exceso de tramitología que retrasa el avance de las iniciativas. Casos como la Fase II de la expansión Toromocho y la Reposición Antamina enfrentaron demoras de cuatro a cinco años en la aprobación de la Modificación del Estudio de Impacto Ambiental detallado (MEIA-d). Este paso es fundamental para pasar de la fase de factibilidad a la etapa de ingeniería de detalle.
- Beneficios económicos proyectados: +6.5% del PBI durante la vida útil de las minas.
- Inversión estimada: US$ 47 mil millones.
- Proyectos relevantes: Yanacocha Sulfuros, Michiquillay, La Granja, Tía María.
- Factores limitantes: conflictos sociales y trámites excesivos.
Con un balance entre las oportunidades y retos, el desarrollo de la gran minería cuprífera permanece como una prioridad estratégica para el crecimiento económico del país y su relevancia en los mercados globales.
