El Fondo de Cesantía Solidario (FCS) es una herramienta clave para los trabajadores despedidos en Chile que no cuentan con recursos suficientes en su Cuenta Individual de Cesantía (CIC). Este beneficio, administrado por la AFC, busca apoyar a aquellos que enfrentan una de las etapas más difíciles de su vida laboral: la cesantía.
¿Quiénes pueden acceder al Fondo de Cesantía Solidario?
El FCS está dirigido a trabajadores que se han quedado sin empleo y no disponen de fondos suficientes en su CIC. Existen condiciones específicas bajo las cuales una persona puede acceder a este beneficio. Entre las causales que justifican su aplicación están: necesidad de la empresa, quiebra del empleador, vencimiento del plazo acordado en el contrato, conclusión del trabajo o servicio que dio origen al contrato, así como circunstancias de caso fortuito o fuerza mayor. Estas razones estructuran el alcance y la accesibilidad del Fondo.
Además, se establecen ciertos requerimientos que deben cumplirse para solicitar el fondo, tales como poseer un historial de al menos 10 cotizaciones FCS realizadas en los 24 meses anteriores al despido. En el caso de trabajadores provenientes de zonas bajo Estado de Excepción Constitucional debido a desastres naturales o emergencias sanitarias, este requisito se ajusta a ocho cotizaciones, independientemente del tipo de contrato.
- Estar cesante.
- No disponer de recursos suficientes en la CIC.
- Haber cotizado al menos 10 veces al FCS en los últimos 24 meses, o 8 veces si el cese ocurrió en zonas afectadas por desastres.
- Activar una cuenta en la Bolsa Nacional de Empleo (BNE) y aceptar oportunidades laborales o de capacitación.
Exclusiones y detalles adicionales
Es importante destacar que este beneficio no está disponible para ciertos grupos de personas. Según lo informado por ChileAtiende, no podrán acceder al FCS los empleados públicos, miembros de las Fuerzas Armadas y de Orden, trabajadores independientes, menores de 18 años, personas pensionadas (excepto en caso de invalidez parcial) y quienes estén realizando prácticas profesionales.
Otro aspecto relevante es que las tres últimas cotizaciones deben haber sido continuas y realizadas por el mismo empleador. Estas se contabilizan desde la afiliación al sistema o desde el último cobro del seguro, hasta el mes previo al término del contrato. Este requisito asegura que el aporte al sistema sea regular antes de acceder a los beneficios.
