Proyecciones revisadas al alza
El mercado de los metales cerró 2025 con un desempeño excepcional, liderado por el oro, que consolidó un rally histórico y reforzó su rol como activo refugio en un contexto de persistente incertidumbre global. Según estimaciones de UBS, el metal precioso no solo mantendría su tendencia alcista, sino que alcanzaría nuevos máximos durante 2026, con un precio proyectado de hasta US$ 5.000 la onza en los primeros tres trimestres de ese año.
El informe del banco suizo representa una revisión significativa al alza respecto de su previsión anterior, que situaba el precio del oro en torno a los US$ 4.300 por onza. De acuerdo con UBS, tras tocar los US$ 5.000, el metal se moderaría levemente hacia fines de 2026, cerrando el ejercicio en torno a los US$ 4.800 por onza, un nivel que igualmente reflejaría un escenario de precios históricamente elevados.
Un año marcado por fuertes alzas
Durante 2025, el oro exhibió uno de los mayores retornos dentro del complejo de metales, con un aumento cercano al 70% en lo que va del año y un avance adicional de más de 7% solo en diciembre. Este comportamiento lo alineó con otros metales que también alcanzaron máximos históricos, como la plata, el platino y el cobre, impulsados por una combinación de factores financieros, geopolíticos y macroeconómicos.
En la última jornada, no obstante, el metal experimentó una corrección transitoria y se transó en torno a los US$ 4.463 la onza, lo que implicó un retroceso de 1,57% respecto de la sesión previa. Analistas coinciden en que este ajuste responde más a tomas de utilidades de corto plazo que a un cambio estructural en la tendencia de fondo.
Factores que sostienen la demanda
UBS anticipa que la demanda por oro continuará creciendo de manera sostenida hasta 2026, apoyada en menores rendimientos reales, persistentes preocupaciones sobre el desempeño de la economía global y un clima de incertidumbre política en Estados Unidos. En particular, el banco menciona la relevancia de las elecciones de mitad de mandato y el aumento de la tensión fiscal como elementos que podrían reforzar el atractivo del metal como resguardo de valor.
En un escenario de mayor volatilidad, UBS no descarta que el precio pueda escalar incluso por sobre su escenario base. “Si aumentan los riesgos políticos o financieros, los precios podrían subir hasta US$ 5.400 la onza”, señala la entidad en un informe citado por Reuters, subrayando el carácter estratégico del oro frente a eventos disruptivos.
Consenso creciente en el mercado
La visión de UBS se suma a la de otros actores relevantes del sistema financiero internacional. Bank of America, por ejemplo, ya había elevado en octubre pasado su proyección para 2026, señalando que no sería descartable que el metal dorado alcance también el umbral de los US$ 5.000 por onza.
En este contexto, el oro consolida su condición de activo estratégico en un escenario global marcado por la incertidumbre y la búsqueda de refugio, configurando un horizonte de precios elevados que podría extenderse más allá del corto plazo.

