Cobre en niveles históricos, pero el dólar resiste: señales de un nuevo equilibrio en la economía chilena

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
4 Minutos de Lectura

El alto precio del metal rojo ya no se traduce automáticamente en una apreciación del peso. Economistas advierten que factores estructurales, como el deterioro del mercado de capitales y el diferencial de tasas con Estados Unidos, explican un tipo de cambio persistentemente elevado.

El cobre vive uno de sus mejores momentos en décadas. En lo que va de 2025, el precio del metal rojo acumula un alza de 38,5%, alcanzando máximos históricos en torno a los US$5,5 por libra. Sin embargo, a diferencia de ciclos anteriores, este rally no ha logrado empujar al dólar bajo la barrera de los $900, abriendo el debate sobre un posible cambio estructural en la economía chilena.

Según datos de Cochilco, el precio promedio del cobre en 2025 alcanza los US$4,497 por libra, el nivel real más alto desde 2021 y uno de los mayores desde 2011. Aun así, el tipo de cambio cerró recientemente sobre los $907, lejos de los niveles observados en períodos comparables de bonanza cuprífera, cuando el peso chileno tendía a apreciarse con mayor fuerza.

Una relación debilitada

En ciclos previos, como el de 2011 o 2021, el alza del cobre se tradujo en un dólar significativamente más bajo. En 2011, con precios reales similares, el tipo de cambio promedió $486 y el tipo de cambio real se situó en torno a los 92 puntos. Hoy, en cambio, el dólar se mantiene sobre los $900 y el tipo de cambio real ronda los 103 puntos, niveles que reflejan una pérdida de competitividad y un mayor “premio por riesgo” exigido a los activos chilenos.

Economistas coinciden en que la explicación va más allá del precio del cobre. La inflación acumulada tras la pandemia, la menor profundidad del mercado de capitales y la salida de flujos financieros —estimada en más de US$80 mil millones entre retiros previsionales y fuga de capitales— han modificado el equilibrio macroeconómico del país.

El peso de los factores estructurales

Para analistas como Alejandro Fernández, de Gemines Consultores, el estallido social, el estancamiento económico y el deterioro institucional han elevado de forma persistente el tipo de cambio real. A ello se suma, según Sergio Lehmann, economista jefe de BCI, un debilitamiento de la confianza y de las instituciones económicas, lo que habría agregado un “premio estructural” cercano a $80 al valor del dólar.

En esta nueva configuración, el tipo de cambio responde menos al cobre y más al diferencial de tasas de interés con Estados Unidos y a las condiciones financieras globales. La política monetaria de la Reserva Federal y las expectativas sobre crecimiento e inflación han ganado protagonismo en la determinación del valor del peso chileno.

Mirada de mediano plazo

Pese a este escenario, algunos expertos anticipan una gradual recomposición de la relación histórica entre cobre y tipo de cambio. Si se consolida un mayor crecimiento económico y se reducen las brechas de tasas con EE.UU., el dólar podría mostrar una corrección moderada hacia fines de 2026.

El precio del cobre ya no es suficiente, por sí solo, para fortalecer al peso chileno. La economía enfrenta un nuevo equilibrio, donde los fundamentos estructurales pesan tanto o más que el ciclo de los commodities.

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