A sus 64 años, Luis Miranda lleva casi la mitad de su vida en la División El Teniente. Hoy, trabaja en el Centro Integrado de Operaciones (CIO) en Rancagua, desde donde maneja un martillo que está al interior de la mina.
Relacionados:
¿De qué se trata su trabajo?
“Nosotros trabajamos para las áreas que se llaman Reservas Norte y Dacita. Allí las palas de carga trasladan la roca desde el punto de extracción al punto de vaciado, donde hay una parrilla en la que nosotros tenemos que picar la roca. Esa es nuestra función, picar la colpa de gran tamaño, para que pueda pasar al nivel que sigue, hasta que la sacan los trenes a la planta de chancado correspondiente”.
Todo eso, desde un sillón equipado con joysticks en el CIO, a 60 kilómetros de distancia del yacimiento.
¿Cuál fue su primer trabajo en El Teniente?
Ingresé al Ferrocarril Teniente 5 Sur cuando tenía 32 años, en enero de 1989. Primero fui palero de pique, encargado de limpiar las vías después que se cargaba el tren, porque siempre se desparramaba material, entonces había que mantener limpio para cuando llegara el próximo tren y pasaran bien las ruedas.
Miranda asegura que pasó “por todos los trabajos” en el ferrocarril. Enrielador, integrante de la cuadrilla de cambios automáticos que instalaba los desviadores de vía, operador de equipos limpia vías, maquinista y despachador fueron algunos de sus cargos. Luego, llegó al CIO, donde lleva unos ocho años.
¿Qué es lo que más le gusta de su trabajo?
“El ambiente aquí en la sala es muy bueno y Codelco sigue dando las herramientas para que uno siga creciendo como persona. La empresa da las oportunidades y es uno el que tiene que aprovecharlas. Fui a cursos, a todas las instrucciones correspondientes. Soy un agradecido de la vida, porque gracias a mi responsabilidad he podido darle seguridad a mi familia y las herramientas a mis hijos para que se puedan desarrollar en la vida”.
Fuente: El Rancagüino
