Se espera que los precios del oro suban a máximos históricos por encima de los 2.000 dólares la onza este año, aunque con un poco de turbulencia, ya que Estados Unidos reduce el ritmo de las subidas de tipos y finalmente deja de aumentarlas, según analistas de la industria.
Los precios al contado del metal precioso se han disparado por encima de los 1.900 dólares la onza, con un aumento de alrededor del 18 % desde principios de noviembre a medida que las presiones inflacionarias retroceden y los mercados anticipan una política monetaria menos agresiva de la Reserva Federal de EE. UU.
Las tasas de interés en rápido aumento golpearon los precios del oro el año pasado, bajándolos a $ 1,613.60 en septiembre desde un máximo de $ 2,069.89 en marzo, apenas por debajo de un pico récord en 2020.
Las tasas más altas aumentaron los rendimientos de los bonos, lo que hizo que el oro sin rendimiento fuera menos deseable para los inversionistas financieros y empujó al dólar a su nivel más alto en 20 años, lo que hizo que el oro cotizado en dólares fuera más costoso para muchos compradores.
El debilitamiento de la moneda estadounidense y los rendimientos de los bonos “se convertirán en grandes vientos de cola para el metal amarillo, empujando al oro por encima de los 2.000 dólares la onza en los próximos meses”, dijeron analistas de Bank of America.
Con menos presión del dólar y los bonos, es probable que los inversores compren lingotes como protección contra la inflación y la turbulencia económica, dijo Nitesh Shah, analista de WisdomTree, y agregó que los precios podrían superar fácilmente los 2100 dólares la onza para fin de año.
El oro se considera tradicionalmente como un lugar seguro para almacenar riqueza. “El riesgo de que los bancos centrales se excedan y lleven a sus economías a la recesión es alto”, dijo Shah.
Los especuladores que en noviembre apostaban a que los precios del oro caerían acumularon una posición larga neta en futuros de COMEX de 8,3 millones de onzas de oro, por un valor de 16.000 millones de dólares, lo que ayudó a impulsar los precios.
Los analistas esperan que los bancos centrales continúen acumulando oro después de comprar más metal en los primeros nueve meses de 2022 que en cualquier año en medio siglo, según el Consejo Mundial del Oro.
La demanda minorista de lingotes y monedas de oro también debería mantenerse fuerte, impulsada por la reactivación del crecimiento económico en China, el mayor mercado de consumo, dijeron analistas de ANZ.
Pero el oro puede haber ido demasiado rápido en el corto plazo y necesita corregir a la baja, dijeron analistas.
“Si los precios caen de los niveles actuales al rango de $1,870-1,900 la onza, esperamos que la tendencia (al alza) se revierta”, dijo el banco, y agregó que si el oro cae por debajo de $1,800, podría bajar a $1,730.
