Juan Andrés Morel, vicepresidente senior y Chief Operating Officer del grupo minero, señaló que con la adquisición de la operación en Atacama más el proyecto cuprífero Josémaría en Argentina y otras iniciativas aspiran a estar entre los diez mayores productores de cobre a sdel planeta.
Desde julio de 2022 que Caserones tenía el letrero «Se vende». Y desde esos días Lundin Mining analizaba con sumo interés ese yacimiento, enclavado en la Cordillera de los Andes de la Región de Atacama. «Lo tuvimos siempre en nuestro radar, por la obvia sinergia y el crecimiento orgánico que significaba el poder integrar Candelaria (la operación de la firma canadiense en Chile) con Caserones; las otras empresas que participaron en este proceso probablemente nos vieron como el comprador natural y a lo mejor dieron un paso atrás por eso», confidenció Juan Andrés Morel, senior vice president y Chief Operating Officer (COO) de Lundin Mining. Tanta atención rindió frutos: la firma norteamericana cerró un acuerdo para adquirir el 51% de Caserones a FX Nippon Mining en US$ 1.000 millones, con el compromiso de comprar un 19% adicional en el próximo lustro.
La operación, sujeta a las aprobaciones de las autoridades de libre competencia de Chile y Japón, debiera concluirse a fines del segundo trimestre de este año. Explicó que al sumar la producción de Candelaria (la mina que poseen en Atacama), con Caserones llegan a 370 mil toneladas de cobre, más el proyecto Josemaría (en Argentina) y la producción de níquel equivalente, se convierten en un player de clase mundial, con sobre 700 mil toneladas de cobre. “Queremos ser un jugador importante en la industria del cobre, de talla mundial» y estar entre los «top 10», afirmó.
Lundin está presente en Chile, Portugal, Suecia, Brasil, Estados Unidos y Argentina, donde producen cobre, níquel, zinc y oro, aunque es nuestro país y el metal rojo, su foco estratégico. «Chile hoy día, en términos numéricos, significa aproximadamente el 40% a 45% de la producción de cobre de Lundin sólo con Candelaria y con Caserones esto se duplica», señaló Morel. Estratégicamente, añadió, se fortalecen en cobre, un mineral que “va a jugar un rol preponderante en la agenda de descarbonización y electrificación de la industria y de la economía en general. Y queremos ser parte de ese proceso», afirmó el COO.
Otro de los atractivos de Caserones es su potencial de crecimiento, con un plan productivo que llega hasta el 2037 y unas 58.000 hectáreas de propiedad minera, “donde hay indicios de mineralización”, señaló.
“Vemos en Caserones una excelente oportunidad de negocio, que tiene una lógica estratégica: está en lo que llamamos el Distrito Vicuña, que se proyecta en la frontera Chile-Argentina, entre la Región de Atacama en Chile y la provincia San Juan, en Argentina, donde está nuestro proyecto Josemaría”, explicó.
El jefe operativo del grupo reiteró que “es una excelente inversión y haber podido, dentro de esta transacción, dejar una opción de aumentar nuestra participación del 51% al 70% es parte de su atractivo”.
Morel detalló que con su nueva operación seguirán la estrategia que desplegaron en Candelaria, que compraron en 2014 y tenía una vida útil acotada, pero que han logrado duplicar su producción. “Lundin tiene esa capacidad de mirar el negocio con una óptica distinta, ver estas oportunidades de exploración y a través de eso trabajar en el desarrollo de las operaciones y hacerlas crecer en el tiempo”, sintetizó el ejecutivo.
Además, al estar en la misma región, “se abren oportunidades de buscar y explorar sinergias, economías de escala” destacó. Por ejemplo, Candelaria tiene un puerto y una desaladora, ambas instalaciones con capacidad disponible.
Chile, el centro cuprífero
Juan Andrés Morel enfatizó que Chile es muy significativo para la compañía, cuya casa matriz está en Canadá y está abierta a la Bolsa de Toronto y Estocolmo.
“Chile sigue jugando un rol importantísimo en la industria mundial del cobre y creemos que lo va a seguir teniendo. Y esta es una señal, una apuesta del grupo Lundin en Chile”, destacó.
Y lo ejemplifica: «Yo soy Chief Operating Officer (COO) y normalmente este cargo está en la casa matriz, pero Lundin hizo la apuesta de que el COO estuviera con base en Chile y con eso ya es una señal de lo que este país significa para su negocio». El ejecutivo también hizo ver que en el directorio tienen presencia chilenos: antes fue la ex ministra de Minería, Karen Poniachik, y desde marzo, la ex subsecretaria de Hacienda, María Olivia Recart.
No deja de llamar la atención que la adquisición de Caserones se concrete en medio de la discusión de un nuevo royalty a la minería, ante lo cual Juan Andrés Morel responde que “es importante entender que el negocio minero está habituado a manejar incertezas en las principales variables de negocio: la ley de mineral y la recuperación, los costos… todos riesgos que administramos y planificamos”, dijo. Agregó que “nuestra mirada es de largo plazo es poder compensar y administrar lo que significan los riesgos del negocio minero”.
“Yo creo que nuestro compromiso con Chile tiene mucho que ver con la estabilidad, con todas las ventajas que vemos de lo que significa seguir invirtiendo en Chile, del tremendo capital humano que ya es conocido a nivel internacional en la industria del cobre, toda la infraestructura que tiene montada Chile en términos de servicios a la industria minera, el reconocimiento que tiene de todo el mercado financiero, son todas ventajas competitivas que estuvieron presentes a la hora de tomar la decisión como la que tomamos y que siguen haciendo de Chile un país súper atractivo”, resaltó.
Precio del cobre: optimistas
Respecto de la cotización del cobre, Morel señaló que “somos muy optimistas de la tendencia que va a tener la demanda por cobre. Uno sale a la calle hoy día y ve ya acá en Santiago el efecto de la electrificación y la cantidad de vehículos eléctricos que ya están circulando. Lo vemos en nuestro transporte público, también en Norteamérica, en Europa. Entonces, la tendencia hacia la electromovilidad y todo lo que tiene que ver con la agenda de descarbonización, sin duda que va a hacer que la demanda por cobre aumente significativamente”, aseveró.
Además, por el lado de la oferta, “sabemos que no hay grandes proyectos, no hay grandes descubrimientos, por muchos factores económicos y geopolíticos. Y la demanda sigue estando ahí”, explicó. Además, añadió, la industria automotriz está activa, “tomando participación en empresas mineras… hay una presión por asegurar el suministro de cobre”.
Por eso, “no sólo China va a seguir jugando un rol muy importante, sino que también vemos Norteamérica, a Estados Unidos con toda su industria automotriz, a Europa y a todos los países en Asia como grandes consumidores de materias primas como el cobre, el níquel y otros que tienen que ver con el litio”.
Recuadro: Dinastía minera: de Suecia a Canadá, aterrizando en Chile
La familia Lundin conforma una verdadera dinastía minera, la que partió con Adolf Lundin, quien luego de trabajar en Royal Dutch Shell Group se dedicó, con éxito, a buscar petróleo y minerales en Medio Oriente, África, Europa y Sudamérica. Su hijo Lukas siguió sus pasos: como geólogo, descubrió varios yacimientos en Chile y Argentina, como Los Helados (NGEx Resources) y Filo del Sol (Filo Mining), proyectos desarrollados por compañías ligadas a Lundin Mining. Construyó y operó minas de diamantes en el Congo y de oro en Ecuador.
Hoy en el directorio de Lundin Mining está la tercera generación de esta estirpe minera, representada por Adam Lundin.
Fuente: Diario Financiero
Foto: Diario Financiero