El oro no está perdiendo su atractivo, según una docena de administradores de dinero que le dijeron a Bloomberg News que esperan mantener o aumentar su exposición al metal precioso en los próximos 12 meses.
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El lingote ha tropezado en las últimas semanas frente a múltiples vientos en contra desde el aumento de los rendimientos reales hasta un dólar estadounidense más fuerte y la perspectiva de que las tasas estadounidenses se mantengan altas por más tiempo. La encuesta a inversionistas, que consideró desde sovereign wealth managers hasta fondos de cobertura, ofreció un optimismo modesto para las perspectivas de precios en 2024.
Ninguno de los encuestados dijo que reduciría su exposición al oro en los 12 meses inmediatos, y cinco de ellos dijeron que esperaban aumentar sus asignaciones. Más de dos tercios de ellos ven que los precios suben, y cinco esperan un máximo histórico claro. La encuesta se realizó entre el 10 y el 22 de agosto.
Todavía existe una incertidumbre obvia sobre cuándo la Reserva Federal terminará el ciclo de ajuste del banco, lo que sería un factor positivo importante para el oro que no devenga intereses. Los bancos centrales mundiales continúan lidiando con una inflación obstinada, y el mercado laboral de EEUU se ha mantenido sorprendentemente resistente frente al endurecimiento monetario agresivo.
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Si bien hay algunas señales de que los inversionistas se están preparando para que las tasas se mantengan más altas por más tiempo, el mercado de swaps todavía está descontando el precio de no más aumentos de tasas y un cambio hacia la flexibilización de las políticas el próximo año.
«Anticipamos que hay una demanda acumulada de oro por parte de los inversores que esperan que la Fed termine», dijo Darwei Kung, jefe de materias primas y gerente de cartera de DWS Group. “Esa es una configuración positiva desde nuestra perspectiva”. El analista estima que el oro alcanza un récord de US$ 2.250 la onza en el período de tiempo.
El lingote se cotiza actualmente a cerca de US$1.900 la onza, un 8% menos que el máximo de este año. Alcanzó un récord en agosto de 2020 en alrededor de US$ 2.075, en medio de la agitación económica mundial provocada por la pandemia de Covid-19.
Sin duda, los economistas están cada vez más seguros de que la economía estadounidense puede deslizarse hacia un aterrizaje suave, en un cambio marcado de las opiniones generalizadas a principios de este año de que la economía experimentaría una fuerte recesión.
Refugio seguro
Una encuesta separada también mostró expectativas de precios más altos del oro. El oro cotizará a US$ 2.021 la onza dentro de 12 meses, según la mediana de 602 respuestas a la encuesta en línea Markets Live Pulse de Bloomberg de lectores globales realizada del 14 al 18 de agosto.
El continuo apetito por el oro apunta a preocupaciones persistentes sobre las tensiones geopolíticas y las incertidumbres macroeconómicas, por ejemplo, las tensiones latentes entre EEUU y China, la guerra en Ucrania o lo que sigue para la crisis inmobiliaria de China. Otros factores positivos para el oro incluyen las compras continuas por parte de los bancos centrales mundiales y la demanda minorista relativamente fuerte en los mercados emergentes.
Mientras tanto, un desglose en la correlación entre acciones y bonos, una piedra angular de la popular estrategia de inversión 60/40, también está ayudando a defender el metal debido a su capacidad para diversificar carteras, según el Consejo Mundial del Oro.
«La gente está buscando cosas que realmente se muevan de manera diferente y el oro hace eso», dijo el jefe de relaciones institucionales con inversores del consejo para APAC ex-China, Jaspar Crawley, en un panel en Sydney el martes. «La diversificación se ha convertido ahora en algo real».
Aún así, en el corto plazo, los observadores del oro tienen muchas razones para estar pesimistas sobre las perspectivas del metal. Para las próximas pistas sobre las tasas de interés, los inversores prestarán atención a los comentarios de la reunión de banqueros centrales de Jackson Hole de esta semana. El presidente de la Reserva Federal, Jerome Powell, hablará el viernes.
