La paralización de la minería en Myanmar interrumpe significativamente las importaciones chinas de concentrados de estaño.
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Con la suspensión de las actividades mineras en el estado semi-autónomo de Wa en Myanmar, las importaciones chinas de concentrados de estaño han experimentado una caída considerable. Esto refleja el impacto inmediato de una amplia auditoría del sector del estaño ordenada por el Ejército del Estado Unido de Wa (UWSA), el mayor de los grupos étnicos de Myanmar.
Importaciones en declive
Las importaciones chinas de estaño se desplomaron en septiembre, alcanzando su punto más bajo desde febrero de 2019 con 7,300 toneladas métricas. Este desplome es una consecuencia directa de la prohibición de todas las actividades mineras y de procesamiento en el estado de Wa desde principios de agosto. Este estado es responsable de más del 70% de la producción de estaño de Myanmar, que es el tercer productor más grande del mundo y el proveedor dominante de los fundidores chinos.
Impacto limitado por ahora
A pesar de esta caída, el impacto en la cadena de suministro ha sido limitado hasta ahora. Los productores chinos acumularon existencias de materia prima y estaño refinado anticipándose a la interrupción. Además, la demanda global de estaño actualmente es débil debido a la menor actividad en el sector electrónico, que consume cerca de la mitad del estaño global para la soldadura de circuitos.
Dependencia de China de Myanmar
China no ha tenido un éxito significativo en diversificar su suministro de materias primas, lo cual significa que la pérdida de material de Myanmar se volverá cada vez más significativa mientras más dure la prohibición. Hasta el momento, la mayoría del estaño que entra a China probablemente proviene de minas fuera del territorio de Wa, como las minas de Mawchi y Heinda en Myanmar.
Cambios en el mercado global
El mercado global del estaño ha sido afortunado, ya que la pérdida de producción de un proveedor principal ha coincidido con un período de superávit en el mercado. Sin embargo, el colapso de las importaciones chinas desde Myanmar en septiembre muestra que la prohibición minera está comenzando a tener un impacto significativo, y esto sucede justo cuando la demanda muestra signos de recuperación.
