Quedan menos de dos meses para que se vuelva a realizar el cambio de hora en Chile y volvamos a tener el horario de verano, el cual fue modificado el pasado sábado 6 de abril, fecha en que pasamos al horario de invierno.
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Es importante tener en cuenta que el cambio de hora no se realiza en todas las zonas del país.
¿En qué zonas no se cambia la hora?
Los cambio de hora en Chile se aplican en todo el territorio nacional (incluida Isla de Pascua y Juan Fernández), con excepción de dos regiones.
Se trata de la Región de Magallanes y la Antártica Chilena. Esta zona siempre mantiene la misma hora durante todo el año, medida que rige desde el año 2017 (UTC-3).
¿Se adelanta o se atrasa el reloj?
En concreto, el próximo sábado 7 de septiembre es la fecha en que tendremos que volver a cambiar la hora de los relojes análogos y digitales, en caso de que estos últimos no estén configurados a nuestra zona horaria.
En dicha instancia, los relojes deberán adelantarse en una hora, por lo que cuando se pase de las 23:59 del sábado 7 de septiembre a las 00:00 del domingo 8, se tendrán que marcar las 01:00 horas de la jornada dominical.
¿Qué dicen los expertos sobre el Cambio de Hora?
Según explica el doctor Luis Larrondo, Dr. en Biología Celular y Molecular de la Universidad Católica de Chile y director del Instituto Milenio de Biología Integrativa (IBio), tras décadas de estudios científicos y datos estadísticos y clínicos, se llegó a la conclusión de que no se debería cambiar la hora, por lo que solo habría que funcionar con el horario de invierno, es decir, el que comienza en abril.
El experto critica el horario de verano, «ya que debemos privilegiar donde haya la mayor cantidad de luz posible cuando despertamos, lo que es factible en el horario estándar (GMT-4). Por lo tanto, lo ideal sería no cambiar el horario y establecer el de invierno».
Cuando se pasa al horario de verano, el cuerpo deberá despertar en oscuridad. «Ello conlleva serios problemas tales como, un mayor riesgo de sufrir accidentes vasculares y de tránsito, así como un menor rendimiento tanto laboral como escolar», asegura Larrondo.
