En medio de la desafiante Cordillera de Domeyko, a 180 kilómetros de Antofagasta y a más de 3.200 metros sobre el nivel del mar, Transelec, empresa de infraestructura de transmisión, almacenamiento de energía y agua, ha puesto en servicio y operación en enero la obra denominada “Nueva línea 2×500 kV Jadresic – Monte Mina, energizada en 220 kV”, un proyecto clave para la integración de energías renovables y el fortalecimiento del sistema eléctrico nacional.
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Un hito en la infraestructura energética de Chile
Con una inversión de 105,6 millones de dólares, el proyecto contempló la construcción de la nueva línea de transmisión 2×500 kV Jadresic – Monte Mina, energizada en 220 kV, con una capacidad de 1.700 MVA, además de la instalación de la subestación Monte Mina 220 kV, que cuenta con tecnología AIS y capacidad de barras de al menos 2.000 MVA.
Ximena Andrade, Gerenta de Desarrollo de Proyectos de Transelec, destacó la importancia de esta iniciativa: “La obra cumple funciones esenciales para el sistema eléctrico, ya que este nuevo nodo energético conecta al Sistema Eléctrico Nacional una gran cantidad de energías renovables generadas en el Norte Grande, permitiendo su distribución a nivel nacional para cubrir la demanda energética residencial, minera e industrial”.
Impacto en la integración de energías renovables
Uno de los aspectos más relevantes del proyecto es la incorporación de líneas dedicadas provenientes de centros de generación al sistema regulado, lo que incrementa la capacidad de transferencia dentro del Sistema Eléctrico Nacional.
Este avance refuerza la seguridad y eficiencia en la transmisión de energía, alineándose con los objetivos de descarbonización y transición energética de Chile, permitiendo una mayor penetración de energías limpias en la matriz nacional.
Un desafío de construcción en condiciones extremas
El desarrollo del proyecto representó un reto técnico y logístico debido a la compleja geografía de la Cordillera de Domeyko. A lo largo del trazado, el equipo de Transelec enfrentó elevaciones extremas, condiciones climáticas adversas y dificultades en el transporte de materiales y equipos, lo que requirió una planificación detallada y soluciones innovadoras.
Durante la fase de construcción, se alcanzó un pico de más de 1.400 trabajadores en simultáneo, quienes durante más de un año contribuyeron a la ejecución de la obra en condiciones exigentes.
