El quiebre al interior de la Asociación Chilena de Energías Renovables y Almacenamiento (Acera) ya amenaza con transformarse en una verdadera fuga. A las salidas de la alemana RWE y de la española Acciona Energía, este viernes se sumaron dos nuevas renuncias. Mainstream Renewable Power e Ibereólica comunicaron su salida de la tradicional entidad que agrupa a las principales generadoras de energía renovable que operan en el país. Las empresas formaron parte por 15 y 10 años del gremio.
Manuel Tagle, gerente general de la firma de capitales noruegos, japoneses e irlandeses, remitió este viernes explicando las razones de la renuncia.
“El motivo de esta decisión se fundamenta en el alejamiento de Acera de los principios y objetivos fundamentales que, en su momento, se alineaban con los valores y visión de nuestra compañía”, aseguró Tagle, para luego sostener que “creemos firmemente que Chile merece una matriz de generación eléctrica basada en energías renovables, en un contexto de libre competencia, y sin perder de vista que las familias chilenas necesitan una mejor energía y a precios justos”.
Por su parte, Gregorio Álvarez, presidente de Ibereólica Renovables Chile, hizo lo propio, señalando que, pese ser “un actor muy relevante en el sector de las energías renovables en Chile, siendo el principal generador de energía eólica en este país (…). Sin embargo, no hemos tenido durante estos años una participación en los órganos de gobierno de la asociación como hubiese correspondido a nuestra condición, a lo que se une que en los últimos tiempos, hemos sentido que nuestra voz y nuestras necesidades no están siendo adecuadamente representadas por quienes gobiernan Acera”.
Las salidas de Mainstream e Ibereóloca de Acera se da en medio de la crisis interna de la entidad gremial, y que se inició por el envío de una carta inconsulta, firmada por el presidente de la Acera, Sergio del Campo, a la Comisión de Minería y Energía del Senado el 31 de julio. En ella, Del Campo, rechazaba la fórmula del gobierno que busca ampliar el subsidio eléctrico con parte de las rentas de los Pequeños Medios de Generación Distribuida (PMGD).
La falta de una visión compartida al interior del gremio en torno al precio estabilizado, un tipo de remuneración específica que perciben los PMGD, explica el quiebre interno. El mecanismo ha sido objeto de un largo debate en el sector eléctrico, ya que algunos argumentan que actúa como un subsidio que distorsiona el mercado, mientras que otros lo defienden como una herramienta necesaria para fomentar la inversión en generación distribuida y energías renovables.
Mainstream cuenta con 1,1 GW de capacidad instalada en sus ocho proyectos en operación en Chile, y tiene otros 267 MW en construcción. En su carta, la firma lamenta que “estos proyectos, que entregan energía limpia a millones de personas, se encuentran hoy afectados por graves distorsiones de mercado que deben ser corregidas de manera urgente. Cuanto más se dilaten estas discusiones, mayor será el costo que continuarán pagando las familias chilenas y los sectores productivos de nuestro país”. Por su parte, Ibereólica tiene 778 MW en parques eólicos, y junto a Repsol tenía 77 MW solares en operación y otros 923 MW en desarrollo, pero esta semana acordó con otra española, Grenergy, la venta de dicho portafolio en US$128 millones.
“Sentimos que las acciones de la asociación han estado últimamente más enfocadas en favorecer los intereses de un segmento específico de la industria, dejando de lado la defensa de una solución global a los problemas que enfrenta el sector renovable en su conjunto”, agregó Álvarez, recordando que “la defensa del desarrollo armónico de las tecnologías limpias, se ha visto comprometida, contradiciendo los principios de un mercado competitivo y equitativo”.