La industria siderúrgica en América Latina enfrenta una severa presión debido al aumento de las importaciones de acero chino, situación que, según especialistas, está debilitando la producción local y poniendo en riesgo miles de empleos en toda la región. La disparidad en lo que las empresas locales consideran reglas de competencia equitativas ha encendido alertas en diversos países.
El impacto del exceso de capacidad de China
Según Ezequiel Tavernelli, presidente de la Asociación Latinoamericana del Acero (Alacero), China ha creado un panorama de competencia desleal debido a la cantidad de subsidios que su industria siderúrgica recibe. Tavernelli destacó que los subsidios incluyen ámbitos como la materia prima, financiamiento a tasas subsidiadas a largo plazo y apoyo a empresas deficitarias. “No estamos compitiendo más empresas con empresas, estamos compitiendo empresas contra un Estado y no hay forma de competir contra un Estado”, argumentó.
Con una capacidad global estimada de 1.870 millones de toneladas de acero crudo en 2024, China produjo 1.005 millones, generando un excedente marcado. Además, según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), las inversiones a largo plazo del gigante asiático podrían llevar este excedente a 720 millones de toneladas para 2027, lo que amenaza con agravar aún más los desafíos para los productores internacionales.
Repercusión en los mercados latinoamericanos
Latinoamérica no está exenta del impacto de esta sobrecapacidad. Según Alacero, en 2025 las importaciones de acero representaron el 39,7% del consumo total de la región, de las cuales China fue responsable del 45,4%. Solo entre enero y octubre de 2025, China registró más de 59.316 millones de dólares en exportaciones de acero, siendo Brasil el principal destino regional, seguido de Chile y Argentina.
En Brasil, el mayor productor siderúrgico de la región, se implementaron aranceles del 25% hasta 2026 para contrarrestar las prácticas predatorias. El Instituto Acero Brasil estima que las importaciones han causado la pérdida de más de 5.000 empleos y un recorte de 450 millones de dólares en inversión nacional. Por su parte, la chilena Huachipato, principal productora del país, cerró operaciones en agosto de 2024 tras una crisis financiera atribuida a la competencia desleal del acero chino, según sus directivos.
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- En Argentina, la industria ha perdido cerca de 20.000 empleos desde 2023, según la Unión Obrera Metalúrgica.
- En Colombia, la caída en la producción de acero alcanza 37 meses consecutivos, motivando aranceles del 30% a productos chinos en 2024.
La estrategia detrás de las exportaciones chinas
Los expertos advierten sobre una evolución en la estrategia de China, que ahora apunta no solo a exportar acero, sino también productos manufacturados que incorporan este material, como vehículos eléctricos y electrodomésticos. Según Tavernelli, esto contribuye a la “desindustrialización” de América Latina y aumenta la dependencia económica. “Lo que el gobierno de cada país no se da cuenta es que están rompiendo el tejido de desarrollo social”, afirmó.
En este contexto, se plantea la necesidad de implementar medidas arancelarias similares a las ya aplicadas en Estados Unidos o la Unión Europea, en un esfuerzo por equilibrar el impacto de las importaciones y proteger a una industria clave para el desarrollo social y económico de la región.
