Argentina: Mendoza destraba un proyecto clave y habilita la primera perforación cuprífera en el Distrito Minero Occidental de Malargüe

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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La autorización otorgada a Kobrea Exploration marca un precedente técnico y jurídico para la minería del cobre en la provincia.

La provincia de Mendoza dio esta semana una señal concreta al mercado minero internacional al autorizar el inicio de la campaña de perforación del proyecto El Perdido, a cargo de la canadiense Kobrea Exploration Corp., en el Distrito Minero Occidental de Malargüe (MDMO). La decisión, que contempla la aprobación definitiva de la Declaración de Impacto Ambiental (DIA), constituye un hito para el desarrollo cuprífero en la región y consolida un marco de mayor previsibilidad regulatoria.

El proyecto El Perdido abarca siete propiedades mineras ubicadas en una de las fajas de pórfidos de cobre de clase mundial, la misma estructura geológica que sustenta el liderazgo de Chile como principal productor global del metal rojo. Pese a su reconocido potencial, esta franja del oeste mendocino había permanecido históricamente sin exploración sistemática, en gran parte por restricciones normativas y falta de consenso institucional.

Potencial geológico de escala internacional

Los trabajos previos realizados por Kobrea, que incluyeron estudios geofísicos y magnetométricos, confirmaron que El Perdido corresponde a un sistema de pórfido de cobre-oro-molibdeno de dimensiones superiores a las estimadas inicialmente. Según explicó el CEO de la compañía, James Hedalen, el permiso habilita por primera vez la perforación directa de objetivos cupríferos conocidos en esta zona, permitiendo validar en terreno indicios que hasta ahora solo habían sido inferidos.

El inicio de los sondajes se produce, además, en un contexto internacional de precios firmes y expectativas estructurales de mayor demanda de cobre, impulsada por la transición energética, la electrificación y el crecimiento de las tecnologías limpias. La frase clave que resume este escenario es clara: la habilitación de El Perdido abre la puerta a una nueva frontera cuprífera en Argentina.

Marco institucional y estándares ambientales

Desde el punto de vista institucional, la autorización fue emitida por la Dirección de Minería y la Dirección de Protección Ambiental de Mendoza, tras la evaluación de una DIA actualizada que incorpora exigencias de monitoreo geotécnico, control hídrico y uso de insumos biodegradables. El proceso es presentado por el gobierno provincial como un ejemplo de modernización regulatoria, orientado a compatibilizar desarrollo productivo y resguardo ambiental.

Este nuevo marco fue clave para atraer financiamiento privado. Gene McBurney, presidente de ECM Capital Advisors, justificó la decisión de invertir US$ 8,5 millones en Kobrea señalando que el cambio normativo convirtió a Mendoza en una jurisdicción “bienvenida” para el capital minero, destacando tanto el potencial geológico como la mayor claridad legal.

Impacto económico y vínculo territorial

Kobrea Exploration proyecta una inversión total de hasta US$ 20 millones en la fase exploratoria y anunció la apertura de una oficina permanente en Malargüe. La estrategia incluye priorizar la contratación de mano de obra local y establecer un vínculo directo con la comunidad, con el objetivo de que la reactivación minera tenga un impacto tangible en el desarrollo regional.

Con el inicio de las perforaciones en El Perdido, Mendoza no solo habilita un proyecto específico, sino que sienta un precedente para futuras iniciativas en el MDMO, posicionándose nuevamente en el mapa de la exploración cuprífera sudamericana.

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