El reciente desplome en el precio del oro, calificado como el mayor desde 2013, ha despertado un notable interés en compradores a nivel mundial.
Caída estrepitosa del oro desencadena compra global
El mercado del oro vivió días de agitación esta semana, con precios cayendo hasta un 6,3% el martes, marcando el retroceso más abrupto desde 2013. El metal cerró el viernes en 4.113,05 dólares por onza, acumulando una pérdida semanal de 138,77 dólares, una de las mayores en términos nominales registrados. “El oro es un comercio congestionado y sobreextendido bajo cualquier métrica técnica”, advirtió Nicky Shiels, jefa de investigación de MKS Pamp SA, destacando un panorama de sobrecompra mucho antes del descenso.
Este retroceso, sin embargo, no logró mitigar la fiebre global por el metal precioso. Desde Bangkok hasta Singapur y los Estados Unidos, reportes de colas y ventas masivas reflejaron el entusiasmo de quienes vieron en esta caída una oportunidad de inversión. Sunisa Kodkasorn, residente de Bangkok, comentó: “El oro es la mejor inversión. Reunimos todo nuestro dinero porque sabíamos que había bajado de precio”. Esto ha sido respaldado por el incremento en el interés de compradores particulares en múltiples puntos clave de comercio de oro, como explicó Pete Walden, de la firma BullionStar en Singapur, quien afirmó haber registrado “el día más ocupado de su historia”.
- El precio alcanzó un pico de 4.381 dólares por onza el lunes antes de la caída.
- Hedge funds e incluso bancos chinos fueron señalados como posibles vendedores en esta corrección.
Perspectivas doradas y precaución entre los analistas
El vertiginoso ascenso que el oro había experimentado en lo que va del año, acumulando un alza adicional del 30% en dos meses, había despertado advertencias desde hacía semanas entre operadores experimentados. “Los mercados en alza siempre necesitan una corrección saludable para eliminar excesos y asegurar la duración del ciclo”, aseguró Nicky Shiels tras el desplome. Por su parte, Gregory Shearer, de JPMorgan Chase & Co, mantuvo un enfoque optimista, sugiriendo que una posible toma de ganancias de los inversores podría ser contrarrestada por la demanda de bancos centrales y compradores físicos, contribuyendo a mantener caídas limitadas.
No obstante, se plantea la posibilidad de que estos compradores institucionales, especialmente bancos centrales, reduzcan su participación, un riesgo que podría modificar las predicciones actuales, entre las cuales se incluye un promedio de más de 5.000 dólares por onza para finales del próximo año. Este ascenso reciente ha estado motivado por factores como la desconfianza hacia los niveles de deuda gubernamental y las sanciones económicas que alentaron mayores compras por parte de los bancos centrales desde 2022. Sin embargo, la entrada masiva de inversores particulares sigue sumando volatilidad, mientras los ETF (fondos cotizados en bolsa) atraen en este momento más dinero que nunca.
- Vietnamitas y estadounidenses destacaron entre los compradores más activos esta semana.
- La incertidumbre global sobre la deuda soberana podría seguir elevando la apuesta por el oro.
Aunque el retroceso actual genera reseñas mixtas sobre su impacto en el ciclo alcista, el oro demuestra su resiliencia como activo refugio por excelencia. Para el mercado chileno, altamente dependiente del cobre, estos movimientos pueden influir de manera indirecta en el marco de inversión y diversificación hacia metales preciosos en general.




