Australia apuesta por acabar con la dependencia de China para la refinación de litio

El gobierno de Australia, productor del 53% del suministro mundial de litio, busca disminuir su dependencia de China en el refinamiento del preciado mineral, impulsor de la revolución verde en baterías. Hasta la fecha, Australia ha vendido la totalidad de su litio a China para su procesamiento y uso en productos como vehículos eléctricos y teléfonos móviles.

¿Por qué Australia busca esta independencia en el procesamiento de litio?

Los mineros australianos están buscando maneras de producir químicos para baterías a nivel local, más cerca de donde se extrae el litio y de aliados geopolíticos como los Estados Unidos. Esta intención se vio reflejada el 20 de mayo, cuando Anthony Albanese, primer ministro australiano, y el presidente de EE.UU., Joe Biden, anunciaron en la cumbre del G7 que buscarían fortalecer la cadena de suministro de «minerales críticos» e invertir conjuntamente en energía limpia.

¿Cómo planea Australia lograr esta independencia?

Australia y Estados Unidos planean establecer un grupo de trabajo para «expandir el acceso global confiable, responsable y seguro a minerales críticos». El gobierno australiano también ha establecido una línea de crédito de 2.000 millones de dólares australianos para financiar proyectos de minerales críticos en el país. Se proyecta que para 2027, más del 20% de la refinación mundial de litio podría tener lugar en Australia.

¿Qué desafíos enfrenta Australia en esta empresa?

Pese a la buena intención, la creación de nuevas instalaciones de refinación supone una gran competencia con China. Esta nación tiene años de experiencia, una infraestructura establecida para la refinación de litio y controla más del 60% del procesamiento de litio a nivel mundial. Además, los estrictos estándares laborales de Australia podrían dificultar la competencia en precios con China.

Datos curiosos: En la actualidad, Australia tiene dos instalaciones para producir hidróxido de litio de grado de batería, pero ambas han sufrido importantes retrasos en su construcción.

Este artículo fue desarrollado en base a la investigación editorial de REDIMIN.

 

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