Este lunes 2 de septiembre se efectuó el último pago de la reactivación del Bolsillo Familiar Electrónico, beneficio que durante los meses de invierno entregó $13.500 por carga familiar a los hogares que reunían las condiciones.
Considerando que el dinero del subsidio no vence, sus beneficiarios pueden ocuparlo en la compra de alimentos en comercios como supermercados, panaderías, carnicerías, ferias, etcétera; siempre que tengan habilitado el sistema para pagar con la tarjeta de débito Cuenta RUT.
Como novedad, durante el proceso de reactivación se admitió un segundo uso: el monto también puede ser utilizado para complementar o pagar la totalidad de las cuentas de luz en sucursales de CajaVecina, desplegadas a lo largo de Chile.
¿Qué pasará con el Bolsillo Familiar Electrónico tras llegar a su fin?
Con el término de la importante ayuda monetaria, seguramente muchas personas podrían estar preguntándose qué sucederá con ella.
La respuesta la entregó el ministro de Hacienda, Mario Marcel, el mismo día en que la Cámara de Diputadas y Diputados despachó la iniciativa, dejándola en condiciones de convertirse en ley: el 10 de julio de 2024.
Aquella jornada, el secretario de Estado rememoró el acuerdo al que llegó el Gobierno con la Central Unitaria de Trabajadores (CUT), que consistía en incorporar al Bolsillo Familiar Electrónico a la política fiscal, de modo que quedase como un beneficio permanente.
El mecanismo de Hacienda para concretar ese propósito será la presentación de una fórmula durante la discusión de la Ley de Presupuestos 2025, la que suele efectuarse durante los últimos meses del año.
De hecho, actualmente se está elaborando un anteproyecto con la asesoría de expertos y expertas en diversas materias. Una vez que esté listo, será presentado como proyecto de ley para su respectiva votación y análisis en el Congreso Nacional.
Si todo el trámite resulta tal como espera el Ejecutivo, el Bolsillo Familiar Electrónico será un apoyo monetario permanente a contar de 2025.