La cancelación de fondos reduce las apuestas de cobre en $20,000 millones de dólares a medida que el negocio alcista se deshace. La reversión se produce cuando las apuestas de alta convicción de los inversores sobre el brillante panorama a largo plazo para el uso en centros de datos, energías renovables y vehículos eléctricos ha sido puesta a prueba por una histórica debilidad en la demanda en China.
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¿Se acabó la salida masiva?
Ahora, con los precios rondando los $9,000 dólares, la pregunta clave tanto para los alcistas como para los bajistas es si la salida masiva ha terminado. Las posiciones alcistas en Comex y en la London Metal Exchange están de vuelta cerca de los niveles vistos en marzo, pero siguen siendo altos en comparación con los estándares históricos.
“El mercado claramente estaba demasiado comprado en mayo, y probablemente las operaciones de derivados basadas en el impulso de la IA fueron parte del problema”, dijo Daniel Major, analista de metales y minería en UBS Group AG. «¿Hemos visto que la mayor parte de la especulación asociada con eso salga del mercado? Sí, creo que probablemente lo hemos visto».
Desde un punto de vista fundamental, es probable que el inminente déficit de suministro dé a los inversores restantes la confianza para mantener sus apuestas, dijo. Si bien la demanda es débil y el mercado en general está en exceso de oferta, existen expectativas crecientes de que las fundiciones pronto se verán obligadas a reducir la producción tras un colapso en las tarifas de procesamiento.
“Eso es suficiente para mantener la posición del inversor de manera bastante firme y, a menos que la situación macro empeore a partir de ahora, no me imagino que veremos una gran liquidación de posiciones largas”, dijo Major. “La configuración sigue siendo constructiva y creo que el mercado pasará por esta debilidad, se consolidará a corto plazo y esperará esos catalizadores físicos”.
El cobre cotizó un 1% más bajo a $8,932.50 dólares por tonelada en la LME el martes, camino a su cierre más bajo desde marzo.
