Chile apuesta por redes inteligentes y baterías para enfrentar desafíos energéticos futuros

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Jonathan Naveas
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Editor en Revista Digital Minera
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Chile enfrenta desafíos cruciales en su sistema eléctrico, apostando por redes inteligentes y almacenamiento de energía para garantizar resiliencia.

Interrupciones energéticas: problema estructural y climático

Los cortes de energía en Chile representan un desafío significativo, afectando tanto a comunidades como al desarrollo económico. Según un análisis del Instituto de Sistemas Complejos de Ingeniería (ISCI), la confiabilidad del sistema eléctrico chileno está por debajo del estándar de países como Noruega o Reino Unido. En Chile, el promedio anual de interrupciones asciende a quince horas, en comparación con una hora en los países mencionados.

Chile apuesta por redes inteligentes y baterías para enfrentar desafíos energéticos futuros

Estos cortes son frecuentemente provocados por fenómenos externos, como desastres naturales, cuya intensidad y frecuencia han aumentado debido al cambio climático. Víctor Paredes, director de Power System para Chile, Perú y Bolivia en Schneider Electric, destaca que “los cortes de suministro no son solo un problema técnico, sino también un desafío estructural que requiere modernizar y fortalecer las redes eléctricas para soportar eventos climáticos extremos”. Esta perspectiva señala la necesidad de adoptar medidas estructurales que preparen a las infraestructuras energéticas ante el incremento de fenómenos adversos.

  • Chile registra un promedio de 15 horas de cortes eléctricos anuales.
  • La meta es reducir este promedio a solo una hora al año para 2050.
  • El plan incluye implementar 6.000 MW en sistemas de almacenamiento energético para ese mismo año.

Smart Grids y almacenamiento: claves de la resiliencia

Las redes inteligentes, conocidas como Smart Grids, emergen como herramientas imprescindibles para modernizar el sistema eléctrico chileno. Según Paredes, estas tecnologías, equipadas con sensores y software avanzado, “permiten una gestión eficiente y automatizada de la energía, mejorando la capacidad de prever y reaccionar a interrupciones”. Estas soluciones no solo brindan eficiencia energética, sino que también optimizan la integración y uso de fuentes renovables como la energía solar y eólica.

El almacenamiento energético juega un rol esencial en este proceso. Mediante baterías de última generación, es posible garantizar el suministro en momentos de alta demanda o interrupciones en las fuentes de generación. Estas baterías pueden almacenar energía renovable para su uso posterior, una solución particularmente estratégica para las localidades del sur del país que dependen de energías intermitentes. Como señala Paredes, “la clave para construir redes más resilientes radica en la implementación de tecnologías avanzadas que mejoren la capacidad de respuesta y adaptación de las infraestructuras energéticas”.

  • Redes que integren herramientas digitales y previsión climática.
  • Baterías de última generación capaces de almacenar energía renovable.
  • Sistemas que favorezcan la generación local, reduciendo la dependencia de redes centralizadas.

Schneider Electric enfatiza la importancia de la digitalización de las redes para predecir riesgos y ajustar operaciones en tiempo real. Además, trabajan en la integración de fuentes renovables, facilitando el avance hacia un modelo energético descarbonizado y sostenible. “Con estas medidas, buscamos no solo mitigar los efectos de los cortes de energía, sino también contribuir a la descarbonización del sistema eléctrico en el país”, concluyó Paredes.

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