Cobre alcanza máximo histórico: transado a US$ 5,02 por libra

El precio del cobre alcanzó hoy niveles récord al transarse a US$ 5,02 por libra, marcando un máximo histórico en la Bolsa de Metales de Londres (LME). Este repunte del 1,38% frente a la sesión anterior responde a factores globales tanto de oferta como de demanda.

Factores detrás del alza histórica del cobre

La Comisión Chilena del Cobre (Cochilco) atribuye este incremento sostenido a la combinación de varios elementos que afectan directamente el equilibrio global del mercado. Entre ellos, destacan la percepción de un riesgo de escasez, motivado por la baja en la producción de grandes actores, y el optimismo derivado de factores macroeconómicos, como las posibles reducciones de tasas en la Reserva Federal de Estados Unidos y las negociaciones comerciales entre EE. UU. y China.

En este contexto, Cristián Cifuentes, analista senior del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), señaló que el mercado está reflejando un déficit estructural más que una tensión coyuntural. “El comportamiento actual del mercado de futuros, con un contango leve a tres meses pero una marcada backwardation entre 13 y 27 meses, refleja que el mercado está anticipando escasez estructural de oferta más que un fenómeno transitorio”, explicó. Según el experto, esta situación implica que los compradores están decididos a pagar primas significativas por cobre disponible actualmente, evidenciando un desequilibrio físico tangible en la cadena de suministro.

  • Baja producción: proveniente de importantes operaciones como Grasberg en Indonesia, Codelco (El Teniente) en Chile y Quebrada Blanca de Teck.
  • Transición energética global: que sigue impulsando una demanda elevada.

Perspectivas del mercado y fundamentos del repunte

Según Cifuentes, el ciclo alcista que atraviesa el cobre tiene bases estructurales sólidas, sustentadas en restricciones productivas y presiones en las inversiones mineras. “El actual ciclo alcista del cobre tiene fundamentos estructurales sólidos, vinculados a restricciones productivas, presiones de inversión minera y la demanda persistente asociada a la transición energética global”, afirmó. Este entorno ha llevado a las mineras a ajustar su estrategia financiera, vendiendo posiciones a largo plazo para solventar nuevos proyectos, sin que esto alivie completamente la tensión en el mercado físico.

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