Una de las minas de oro más importantes de Colombia podría cerrar sus puertas tras la invasión que estarían impulsando los hombres que comandó alias Otoniel en el occidente antioqueño.
EMANA conoció el mensaje que le envió la compañía china Zijin – Continental Gold al presidente Gustavo Petro donde le advierte sobre la crisis de seguridad que se vive en la mina de Buriticá, Antioquia, que la podría llevar a terminar sus operaciones en Colombia. Detrás de la emergencia estaría el Clan del Golfo.
Cerca del 50 por ciento de su infraestructura ha sido tomada por mineros informales que contarían con el respaldo de los ilegales. Ellos se abalanzaron sobre los túneles que construyeron los extranjeros para sacar toneladas de oro. Con el paso de las semanas, se correría el riesgo de que tomen el control total.
En palabras de los directivos, la invasión ha sido extremadamente delicada dado que, en medio de la oscuridad de los socavones, desconocidos lanzan disparos y explosivos. En lo que va corrido de mayo, dos personas han perdido de la vida de manera violenta y otras quince resultaron heridas, entre policías y empleados.
Antes de que ocurrieran estos incidentes, los chinos ya le habían advertido al presidente sobre los riesgos. Sin embargo, no se habrían tomado las medidas de prevención. La Procuraduría abrió una investigación para esclarecer si hubo omisión en la solicitud de protección de la empresa minera en Buriticá.
Luego de que estallara un cilindro bomba el 17 de mayo, algunos ministros se reunieron con los directivos de Zijin en Bogotá y se tomaron algunas decisiones. No obstante, mientras estaban sentados en la mesa, las balas siguieron haciendo estruendo en los túneles. Desde entonces, no han parado las detonaciones.
Frente a este escenario, la compañía le reiteró al mandatario la necesidad de una intervención urgente. Entre tantas cosas, requieren avanzar en las investigaciones contra las personas que han protagonizado los estragos al interior de la mina y dar con su paradero para judicializarlos por los delitos que los pongan en evidencia.
“Establecer un mecanismo de trabajo conjunto a nivel nacional para adelantar operaciones inmediatas, concretas, sostenidas y efectivas contra la minería criminal, para proteger los derechos legales de la empresa, de sus trabajadores y colaboradores, y garantizar la seguridad del territorio”, dijo la empresa extranjera.
Los ciudadanos que están extrayendo oro de manera ilícita se están acercando a la rampa principal y la bocamina. Cuando logren esa conexión, la batalla estaría perdida. De acuerdo con el análisis, estarían expuestas las instalaciones, el campamento y las oficinas, más la seguridad de sus 4.000 colaboradores.
“Si se llega a esta situación, nos obligaría a suspender todas las operaciones y cerrar este proyecto”, le anticipó Zijin a Petro junto a críticas por el manejo que se le ha dado a la situación. A juicio de los directivos, no se han visto resultados efectivos para tomar el control de la mina y las acciones inmediatas estaría tambaleando.
Por esa razón se tomó la decisión de suspender todos los trabajos subterráneos en los espacios donde no hay garantías de seguridad. Los empleados han tenido que maniobrar con chalecos antibalas y transportarse en carros blindados por los constantes disparos. En 2022, se contabilizaron 2.501 detonaciones.
Finalmente, la empresa le escribió a Petro: “Por parte de la compañía es preciso expresarle que trabajamos sin descanso en los compromisos adquiridos con los ciudadanos colombianos, hecho por el cual esperamos su inmediata actuación como jefe de Estado, para que imparta las órdenes a quien corresponda”.
Fuente: Semana.com
Foto: Montaje SEMANA