Autoridades, académicos y representantes de la industria destacan el papel de la región en la producción de minerales esenciales para la transición energética y la descarbonización global.
Un encuentro clave para la minería del futuro
La Serena fue escenario de un encuentro decisivo para el debate minero nacional. En el seminario “Minerales Críticos y/o Estratégicos: un nuevo impulso de la minería chilena y la Región de Coquimbo”, autoridades, expertos y representantes del sector productivo abordaron los desafíos y oportunidades que plantea la extracción responsable de minerales como el hierro, cobre, cobalto, litio y tierras raras.
El evento —organizado por CORMINCO A.G., el Colegio de Ingenieros de Minas y la Universidad de La Serena— contó con la participación de la ministra de Minería, Aurora Williams, quien subrayó la importancia de fortalecer la coordinación entre el Estado, la academia y la sociedad civil para avanzar hacia una minería sostenible y alineada con la nueva Estrategia Nacional de Minerales Críticos.
“Para nosotros es fundamental dar a conocer la relevancia que hoy tiene la minería a nivel global. En Coquimbo, las operaciones de mediana y baja escala son decisivas para el país, y parte importante del PIB regional proviene de esta industria”, señaló la secretaria de Estado.
Hierro y cobre: pilares de la transición energética
La ministra Williams enfatizó además que el hierro debe ser reconocido como un mineral estratégico para Chile, no solo por su volumen de producción, sino también por su calidad y potencial en el contexto de la descarbonización industrial. “El hierro producido en esta región es clave en la cadena de valor y en la transición hacia una minería más responsable”, afirmó.
En la misma línea, Gabriela Da Silva Ferrao, vicepresidenta de ventas y marketing de la Compañía Minera del Pacífico (CMP), destacó que el hierro chileno cumple un rol crucial en la producción de acero verde, un insumo esencial para reducir las emisiones globales del sector siderúrgico. “El hierro de Coquimbo es parte de la solución frente al cambio climático”, sostuvo.
La creciente demanda por minerales estratégicos se enmarca en una transformación energética global: la electrificación del transporte, el desarrollo de nuevas tecnologías limpias y la expansión de la infraestructura de energías renovables. En ese contexto, la Región de Coquimbo se proyecta como un territorio clave para la minería de próxima generación.
Ciencia, innovación y sostenibilidad
La dimensión académica del seminario estuvo marcada por la intervención de Luperfina Rojas, rectora de la Universidad de La Serena, quien hizo un llamado a integrar la investigación científica y la formación ética en la minería del futuro.
“La minería del futuro necesita ciencia, tecnología y también ética. Desde la universidad queremos seguir siendo un puente entre la academia y la industria, formando capital humano innovador y comprometido con el desarrollo responsable del territorio”, enfatizó.
Por su parte, Paola Botto, presidenta de CORMINCO, destacó la necesidad de que las regiones mineras lideren la discusión sobre sostenibilidad. “El desarrollo minero debe ser integral y sustentable, vinculado con la agricultura, el turismo y la pesca. Esa es la forma de construir encadenamientos que generen valor en los territorios”, señaló.
Estas visiones coinciden con el objetivo de promover un modelo minero regional inclusivo, donde la innovación tecnológica y el respeto ambiental se conviertan en pilares estructurales de la industria.
Una agenda común entre Estado, academia y sociedad
En el cierre del encuentro, la ministra Williams recalcó que la proyección del sector debe trascender los ciclos políticos y las coyunturas económicas. “La responsabilidad de la proyección minera tiene que ver con el ecosistema completo. Este seminario refleja una trilogía perfecta: sociedad, academia y Estado trabajando juntos por una minería sostenible a largo plazo”, señaló.
La funcionaria también recordó que Chile cuenta con una cartera de inversión minera superior a los US$83 mil millones para la próxima década, lo que convierte al país —y particularmente a Coquimbo— en un polo estratégico para el desarrollo de minerales críticos que sustentarán la transición energética global.
Con un enfoque orientado a la innovación, la eficiencia productiva y la protección ambiental, la región se perfila como un laboratorio natural para la nueva minería chilena, más limpia, inclusiva y sostenible.

