Sigue avanzando en la comisión de Trabajo del Senado la tramitación del proyecto de ley de conciliación de la vida laboral, familiar y personal que hace unas semanas presentó el Ministerio del Trabajo.
Luego de haber aprobado en general la propuesta, la instancia liderada por la senadora Loreto Carvajal, está escuchando a diversas organizaciones sociales y civiles, quienes han ido a dar sus planteamientos en torno a la propuesta.
En este marco, la comisión oyó atentamente las observaciones de la Confederación de la Producción y del Comercio (CPC). Si bien plantearon que comparten los objetivos de la propuesta, también hay puntos que los inquietan.
“Es importante evitar que el loable objetivo de la norma propuesta termine dificultando los acuerdos que ya ocurren en las empresas”. Pablo Bobic.
El encargado de llevar la voz de los empresarios fue el gerente legal de la entidad, Pablo Bobic, quien opinó que el proyecto rigidiza las relaciones laborales.
Otra mirada crítica apuntó a la idea que incluye la iniciativa del Gobierno de modificar transitoriamente los turnos o la distribución de la jornada diaria y semanal durante el período de vacaciones escolares de las personas trabajadoras que tengan el cuidado personal de un niño o niña menor de 12 años.
Desde la multigremial, el proyecto no innova respecto de lo que la legislación vigente permite, pero al formalizar la solicitud del permiso, “lo rigidiza, obligando a registrar propuestas y estableciendo plazos máximos de respuestas”.
No fue lo único cuestionado. De acuerdo con lo planteado por Bobic, que la propuesta también considere establecer el derecho de las personas trabajadoras que desempeñan labores de cuidado no remunerado, a que todo o parte de su jornada diaria o semanal, pueda ser desarrollada bajo la modalidad de trabajo a distancia o teletrabajo, cuando la naturaleza de sus funciones lo permita, también generaría problemáticas.
A su juicio, la iniciativa legal se enfoca en las personas trabajadoras que desempeñan labores de cuidado no remunerado y, por tanto, en personas que ya están insertas en el mercado formal del trabajo, sin considerar a todas aquellas que requieren insertarse en ocupaciones formales. Algo que, desde su perspectiva, debiese ser un foco de acción.
Además, el proyecto no propondría “nada distinto de lo que las partes hoy pueden libremente convenir”.
Sin embargo, al establecer obligaciones en materia de acreditaciones, procedimientos, modificaciones contractuales, registros y controles, “rigidiza la posibilidad de uso de los beneficios que pretende promover”.
Reducción de jornada
La facultad de las organizaciones sindicales de poder acordar con su empleador que, durante el período de vacaciones escolares, las personas trabajadoras cuidadoras de niños y niñas menores de 12 años puedan solicitar la reducción transitoria de su jornada laboral durante todo o parte de dicho periodo, fue un tema valorado por la CPC, aunque de igual modo plantearon observaciones.
Para Bobic, esta sí es una idea que puede aportar mayor adaptabilidad laboral. Sin embargo, como CPC consideran que sería positivo que también pudiera ser pactada individualmente por el trabajador, “para estar a disposición de una gran cantidad de personas que no forman parte de ningún sindicato”.
A modo de cierre, el representante de la CPC recalcó que si bien comparten el objetivo del proyecto, como sector creen importante evitar que el mismo termine dificultando los acuerdos que ya se constatan en las empresas para facilitar la conciliación de la vida personal, familiar y laboral, “o peor aún, que se convierta en una fuente de discriminación en contra de las mujeres que generalmente ejercen las labores de cuidado, producto del incremento de costos laborales”.
La próxima semana la comisión seguirá con el análisis de la iniciativa legal impulsada desde el Gobierno.
