Científicos chilenos confirmaron la existencia de una “ventana astenosférica” —una fisura activa entre placas oceánicas— bajo el Punto Triple Chileno, donde convergen las placas de Nazca, Antártica y Sudamericana. El hallazgo, liderado por la investigadora Kellen Azúa y el académico Sergio Ruiz, representa un fenómeno único en el planeta y ofrece nuevas claves sobre la dinámica profunda de la Tierra.
El estudio detectó señales sísmicas inéditas mediante una red de sensores submarinos que operó durante dos años en el sur de Chile. Los investigadores identificaron una serie de tremores tectónicos, vibraciones lentas y prolongadas que no rompen la roca como los terremotos convencionales, pero que revelan movimientos profundos y sostenidos en la zona de subducción.
Los datos permitieron determinar que, frente a las costas del sur de Chile, se abre una fisura entre las placas oceánicas de Nazca y Antártica, mientras ambas se hunden bajo la Sudamericana. Este punto —único en el mundo— es el único lugar del planeta donde un centro de expansión oceánica está siendo subducido bajo un continente.
Una grieta que conecta el manto con la superficie
La “ventana astenosférica”, también conocida como slab window, surge cuando dos placas se hunden a diferentes velocidades y comienzan a separarse, permitiendo el ascenso del material caliente del manto terrestre. Esta grieta actúa como un canal que altera el flujo térmico, la actividad volcánica y la composición del manto superior, impactando la dinámica geológica del sur de Chile.
Implicancias científicas
El descubrimiento constituye un hito para la geofísica mundial, ya que es la primera evidencia directa de una fisura oceánica bajo una zona de subducción. Según los investigadores, comprender su estructura permitirá analizar con mayor precisión el flujo de calor interno, la composición de los fluidos y la relación con los volcanes de la región austral chilena.
El equipo proyecta realizar modelos tridimensionales y tomografías sísmicas para mapear la forma y profundidad exacta de esta abertura. “Esta ventana es una conexión directa entre el manto y la corteza terrestre. Entenderla nos ayudará a descifrar cómo se comportan los procesos más profundos del planeta”, señalaron los autores.

