Un yacimiento de litio descubierto bajo un supervolcán en Estados Unidos podría redefinir la industria energética global y la transición hacia energías limpias.
Un hallazgo estratégico en la caldera McDermitt
Geólogos han descubierto en la caldera McDermitt, situada entre los estados de Oregón y Nevada, el que podría convertirse en el mayor yacimiento de litio del planeta. Con un valor estimado de 413.000 millones de euros, el hallazgo resalta por su potencial para abastecer la creciente demanda de minerales críticos que demanda la transición energética global, especialmente por la proliferación de vehículos eléctricos y sistemas de almacenamiento de energía.
La caldera de 45 por 35 kilómetros, originada por actividad volcánica, presenta características geológicas únicas. De acuerdo con los estudios, el proceso de formación implicó dos etapas: primero, la lixiviación de vidrio volcánico rico en litio, generando arcillas magnesianas; y posteriormente, transformaciones hidrotermales complejas que enriquecieron significativamente la zona con minerales valiosos como potasio, flúor, rubidio y cesio. Estas transformaciones lograron una concentración inédita de hasta un 2,4 % en peso de litio en algunas áreas, muy superior al promedio global del 0,4 %.
Impactos económicos, sociales y ambientales
El valor económico y estratégico de este descubrimiento es evidente, pero también genera diversas tensiones. Según un investigador vinculado al análisis, “si se confirma su explotación a gran escala, este hallazgo puede convertir a Estados Unidos en un proveedor neto de litio y en un ancla para la transición energética”. No obstante, el desarrollo del proyecto implica desafíos en sostenibilidad y relaciones comunitarias que no deben ser ignorados.
Entre las principales preocupaciones se encuentran las denuncias de comunidades indígenas, quienes califican el proyecto de «colonialismo verde» por su potencial impacto en tierras ancestrales del pueblo de Red Mountain. A esto se suma la presión sobre ecosistemas semiáridos en un entorno altamente frágil. Según críticos, las actividades podrían significar degradación de suelos, contaminación por metales pesados y uso intensivo de recursos hídricos.
