Investigadores en China han desarrollado un método revolucionario para reciclar cátodos de baterías de litio usadas utilizando sales fundidas.
Nueva técnica para reciclar baterías sin destruir su material original
La Universidad de Ciencia y Tecnología de Huazhong en China ha presentado un avance significativo en la gestión de baterías de litio al final de su vida útil. Con un método basado en sales fundidas, los investigadores han logrado regenerar cátodos degradados, devolviéndoles su estructura cristalina e incrementando su rendimiento sin recurrir a procesos destructivos tradicionales. En lugar de destruir materiales para separar sus componentes químicos, este enfoque permite repararlos y restaurar su forma funcional original. Según los datos del estudio, los cátodos tratados alcanzaron una capacidad de descarga inicial de 196 mAh por gramo, manteniendo el 76 % de esta capacidad tras 200 ciclos de uso.
El proceso desarrollado emplea un baño compuesto por hidróxido, nitrato y salicilato de litio, en el que los iones circulan libremente al calentarse, reparando defectos en el material. Este enfoque, a diferencia de los métodos tradicionales pirometalúrgicos o químicos, no utiliza solventes tóxicos ni ácidos corrosivos, lo que genera menos residuos y consume menos energía. Además, opera a temperaturas inferiores a las de las técnicas actuales. Esta característica lo posiciona como una opción más sostenible y acorde con las demandas del sector de la movilidad eléctrica.
Un paso clave hacia la economía circular
La regeneración de cátodos NCM811 no solo permite recuperar metales como el litio, cobalto o níquel, sino que también conserva el valor añadido de los materiales en su forma funcional. Esto podría reducir significativamente la dependencia de la minería de nuevas materias primas, un aspecto clave debido a los elevados costos ambientales y sociales que implica su extracción. Según el informe, la técnica tiene el potencial de minimizar desperdicios peligrosos y disminuir los costos de producción de baterías eléctricas.
Actualmente, este avance se encuentra en fase de laboratorio. El desafío principal radica en escalar el método para que sea aplicable a nivel industrial, optimizando además su viabilidad económica. Si esta tecnología se implementa de manera exitosa, permitirá a las baterías volver a incorporarse al circuito productivo sin necesidad de descomposición ni refinado, en un modelo que apunta directamente a la sostenibilidad de la transición energética global.
							
		