La actualización del Servicio Geológico de Estados Unidos eleva a 60 el número de minerales estratégicos considerados esenciales para la economía y la seguridad nacional.
Washington. — En una decisión con implicancias económicas y geopolíticas, el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS, por sus siglas en inglés) anunció la incorporación del cobre y la plata a su lista oficial de minerales críticos, aquellos considerados vitales para la seguridad nacional y el desarrollo industrial del país.
La nueva lista —publicada este lunes— incluye 10 nuevos elementos respecto de la versión anterior de 2022, elevando el total a 60 minerales. Además de cobre y plata, figuran uranio, carbón metalúrgico, potasa, renio, silicio y plomo, entre otros.
Reconocimiento a su papel estratégico
La inclusión de ambos metales confirma el borrador preliminar presentado por el USGS a mediados de año y refleja un cambio en la percepción de su relevancia estratégica, especialmente en el contexto de la transición energética, la reindustrialización estadounidense y la competencia tecnológica global.
“Apoyamos firmemente la decisión del USGS de agregar el cobre a la lista de minerales críticos”, señaló Adam Estelle, presidente y director ejecutivo de la Copper Development Association (CDA), en declaraciones enviadas a MINING.COM.
“Como hemos destacado a través de nuestra campaña #CopperIsCritical, el cobre es clave para alcanzar los principales objetivos de política nacional de Estados Unidos, incluyendo la dominancia energética, la supremacía en inteligencia artificial, la seguridad nacional y la reindustrialización del país”, subrayó Estelle.
Un proceso basado en evaluación económica
Según explicó el USGS, la actualización se elaboró mediante un modelo económico integral diseñado para estimar los impactos potenciales de interrupciones comerciales en el suministro de minerales a nivel global.
El estudio abarcó 84 productos minerales, 402 industrias y más de 1.200 escenarios hipotéticos, con el fin de ofrecer a los responsables de políticas públicas una herramienta más realista y aplicable para la toma de decisiones.
La lista servirá como base para definir nuevas medidas regulatorias y comerciales, incluyendo posibles investigaciones bajo la Sección 232 de la Ley de Expansión Comercial, que habilita la imposición de aranceles o restricciones de importación por motivos de seguridad nacional.
De hecho, el Departamento de Comercio ya había iniciado este año una investigación preliminar sobre el cobre, anticipando su inclusión en el listado estratégico.
Impulso a la inversión minera y la recuperación de recursos
La nueva designación también orientará las prioridades de inversión federal en minería y procesamiento, así como en la recuperación de recursos desde relaves y residuos mineros. Además, facilitará el acceso a incentivos fiscales, financiamiento público y procesos más ágiles de obtención de permisos para proyectos extractivos en territorio estadounidense.
Con esta decisión, el gobierno busca fortalecer las cadenas de suministro críticas, reducir la dependencia de importaciones —particularmente desde China— y asegurar el abastecimiento interno de materiales esenciales para sectores como la energía limpia, defensa, tecnología y transporte eléctrico.
Contexto geopolítico y cooperación internacional
La actualización de la lista llega apenas días después de un acuerdo entre Estados Unidos y China para resolver tensiones sobre las tierras raras, que representan 15 de los 60 minerales críticos identificados por el USGS, es decir, una cuarta parte del total.
El gesto apunta a equilibrar la política de seguridad de suministro con la necesidad de mantener canales de cooperación internacional, en un contexto marcado por la rivalidad tecnológica y la reconfiguración de cadenas globales de valor.
Un nuevo mapa de prioridades
Con la inclusión del cobre —fundamental para la electrificación y las redes energéticas— y de la plata —clave en la industria electrónica, la fotovoltaica y la fabricación de semiconductores—, Estados Unidos redefine su visión estratégica sobre los metales industriales.
Esta medida podría impulsar nuevas inversiones en exploración y procesamiento dentro del país y en territorios aliados, consolidando un bloque de suministro occidental frente al dominio asiático en refinación y manufactura.

