El desierto de Atacama, ubicado en el norte de Chile, cuenta con la mayor radiación solar del planeta. Esta región se ha convertido en un lugar estratégico para la industria de la energía solar debido a sus condiciones favorables: escasa nubosidad, una atmosfera delgada y elevadas montañas rojizas que potencian la captación de energía lumínica. Según investigadores de la Universidad de Santiago, la irradiación superficial de este desierto es comparable a la de Venus, el segundo planeta más cercano al Sol. Además, los rayos solares en Atacama duplican en potencia a los de Europa central y la costa este de Estados Unidos, generando un 80% más de radiación en comparación con un cielo despejado.
El auge de la energía solar en Chile
Chile se ha convertido en un referente mundial en la producción de energía solar. Con más de 550 proyectos solares operativos en el país, que representan el 26,8% de la capacidad instalada de generación eléctrica nacional, se espera la incorporación de otros 2,6 GW adicionales para el año 2025. Esto demuestra el creciente interés de los inversores por buscar alternativas a los combustibles fósiles y reducir la dependencia mundial de ellos. En 2020, casi el 20% de la electricidad consumida en Chile provino de fuentes solares.
Uno de los proyectos destacados es Cerro Dominador, la primera termosolar de América Latina ubicada en el desierto de Atacama. Esta planta, compuesta por más de 10 mil espejos, abastece a cerca de 380 mil hogares y evita la emisión de 640 mil toneladas de dióxido de carbono al año. Además, su ubicación en medio del desierto no genera impactos ambientales en flora, fauna ni comunidades aledañas.
Desafíos para la industria solar
A pesar del crecimiento de la energía solar en Chile, existen desafíos que deben ser superados. Uno de ellos es la limitación en la capacidad de transporte entre la zona norte, donde se concentra la mayoría de la capacidad solar del país, y la zona centro, un importante centro de consumo. Esto se debe a un atraso en el desarrollo de la infraestructura de transmisión. Además, el almacenamiento y la minimización de los vertimientos de energía solar son áreas en las que se debe trabajar para optimizar el rendimiento del sistema.
El Gobierno de Chile está apostando por la aprobación de un proyecto de ley de transición energética para hacer frente a estos desafíos. El objetivo es ampliar y mejorar la infraestructura de transmisión, implementar sistemas de almacenamiento y fortalecer los modelos de planificación y control de la energía. Estas medidas permitirán aprovechar al máximo la radiación solar del desierto de Atacama y seguir impulsando el crecimiento de la energía solar en el país.