La adopción del hidrógeno verde está transformando el sector minero, ofreciendo una fuente de energía limpia que garantiza la alta eficiencia operativa y no genera emisiones.
Hidrógeno verde: La alternativa para una minería limpia
El sector minero está iniciando un cambio en su modelo energético. Ahora, el uso del hidrógeno verde se posiciona como una opción clara para reemplazar los combustibles de origen fósil.
Esta fuente de energía limpia se obtiene a través de la electrólisis del agua, un proceso que requiere electricidad generada por fuentes renovables (como la eólica o la solar). Por ello, el hidrógeno verde es una estrategia clave para reducir las emisiones de carbono en toda la cadena de operaciones, incluyendo la maquinaria de gran tamaño y las instalaciones de procesamiento de minerales.
Aplicaciones y Eficiencia Operativa
Dentro de una mina moderna, el hidrógeno verde puede ser utilizado en varias áreas. Por ejemplo, sirve para dar energía a equipos fundamentales como camiones de transporte, perforadoras y otros sistemas auxiliares. Esto permite sustituir el diésel por una alternativa cuya única emisión es vapor de agua.
Para implementarlo, se necesitan celdas de combustible que transforman el hidrógeno en electricidad. Esta tecnología no solo proporciona un mejor rendimiento energético, sino que también ofrece una mayor duración de las operaciones.
Adicionalmente, el hidrógeno puede sustituir al gas natural que se usa en las plantas de beneficio y fundición, en procesos de calor o reducción. Al hacerlo, se logra una significativa disminución de gases de efecto invernadero como el CO2.
Consolidando un Modelo Ecológico
Adoptar el hidrógeno verde ofrece varios beneficios directos. Mejora la eficiencia energética y la seguridad ambiental de las actividades, al mismo tiempo que apoya la responsabilidad corporativa. Esto ayuda a las empresas a cumplir con los objetivos globales de neutralidad de carbono establecidos para 2050.
Actualmente, compañías mineras en países como Chile, Canadá y Australia están realizando pruebas con vehículos impulsados por hidrógeno y con instalaciones híbridas que incorporan sistemas de almacenamiento de energía. Estos pasos están sentando las bases de un modelo de minería más ecológico, capaz de operar de forma independiente y resistente a los cambios.
