La Empresa Nacional de Minería (ENAMI) cerró el primer semestre de 2025 con cifras positivas tras varios ejercicios complejos. La estatal registró una ganancia neta de US$ 16,9 millones al 30 de junio, revirtiendo la pérdida de US$ 54,5 millones en igual período de 2024. La mejora se sustentó en un alza de ingresos, menores gastos financieros y un plan de refinanciamiento de deuda que fortaleció la liquidez.
El capital de trabajo positivo alcanzó US$ 125 millones, lo que representa un salto significativo frente a los apenas US$ 11,5 millones con que terminó 2024. Además, la deuda financiera neta se redujo a US$ 124,5 millones, apoyada en colocaciones de bonos, nuevos créditos a largo plazo y una capitalización estatal por US$ 25 millones.
Mejora en márgenes operativos
Los ingresos ordinarios sumaron US$ 726 millones, frente a US$ 628 millones un año antes. El margen bruto se amplió hasta US$ 55,7 millones, explicado por una mayor eficiencia en las plantas y mejores precios de venta. El flujo de caja operativo también fue positivo, alcanzando US$ 37 millones en el semestre.
Fundición en cese temporal y foco en eficiencia
Como parte de su plan de ajuste, la empresa mantuvo la paralización temporal de la Fundición Hernán Videla Lira, medida que busca contener costos sin afectar el rol de fomento a la pequeña y mediana minería. Junto con ello, se implementaron ventas de inventario de baja rotación y un trabajo estrecho con el Ministerio de Hacienda para reforzar la liquidez.
Asociación con Rio Tinto en litio
En mayo, el directorio aprobó la incorporación de Rio Tinto como socio estratégico en el proyecto de litio “Salares Altoandinos”, que incluye los salares Aguilar, Grande y La Isla en la Región de Atacama. El acuerdo contempla aportes por US$ 425 millones para estudios, capital y transferencia tecnológica en extracción directa de litio, posicionando a ENAMI en la estrategia nacional del litio.
Perspectivas
Con la utilidad lograda en el semestre y el soporte del Estado, ENAMI busca consolidar sus resultados mediante mejoras en producción, refinanciamiento de pasivos y mayor cercanía con productores de la pequeña y mediana minería. El desafío inmediato estará en materializar el plan con Rio Tinto y avanzar hacia la etapa de prefactibilidad del proyecto de litio, considerado clave para diversificar la matriz productiva de la estatal.