Tensiones comerciales y controles de exportación chinos provocan alza de precios y alarma industrial
La cadena mundial de suministro de tierras raras vuelve a situarse bajo fuerte presión. El itrio, elemento fundamental para la fabricación de motores aeroespaciales, turbinas de energía y equipos de semiconductores, enfrenta una creciente escasez tras las restricciones impuestas por China a sus exportaciones. La decisión, enmarcada en la disputa comercial con Estados Unidos, ha desatado temores sobre una crisis más amplia en el mercado de materiales críticos. En este contexto, diversos analistas señalan que “la presión sobre los mercados globales se intensifica ante la persistente falta de acceso al itrio”, frase clave que resume la preocupación transversal de los sectores productivos.
Las medidas adoptadas por Beijing en abril, como respuesta a nuevos aranceles estadounidenses, incluyen la exigencia de licencias para exportar itrio y otras seis tierras raras. Aunque China ha flexibilizado de forma parcial ciertos controles, la normativa principal sigue vigente y ha provocado retrasos significativos en la entrega de materiales, según coincidieron cuatro operadores del sector y la analista de Argus, Ellie Saklatvla.
Precios disparados y un mercado en tensión
La incertidumbre por los flujos de suministro ha impulsado un alza inédita en los mercados. En Europa, el óxido de itrio ha registrado un aumento del 4.400% desde enero, alcanzando los US$270 por kilogramo, de acuerdo con datos de Argus. En China, los precios rondan los US$7 por kilogramo, un 16% más que a comienzos de año, aunque con una tendencia reciente a la baja.
Saklatvla apuntó que los controles chinos desencadenaron una “verdadera carrera por el itrio” a nivel internacional, fenómeno que continúa varios meses después. Esta presión es especialmente sensible para industrias que dependen de aleaciones resistentes a altas temperaturas, como las utilizadas en motores de reacción y turbinas de gas.
El sector aeroespacial estadounidense, representado por la Aerospace Industries Association (AIA), advirtió que el itrio es insustituible en los motores más avanzados del mundo. Dak Hardwick, vicepresidente de asuntos internacionales del organismo, señaló que la dependencia de importaciones desde China ha elevado los costos y generada preocupación por el suministro futuro.
Impacto en semiconductores y energía
Más allá de la aviación, la escasez de itrio amenaza directamente a la industria de semiconductores. El elemento se usa como recubrimiento protector e insulador en equipos de fabricación altamente especializados. Dos fuentes del sector calificaron la situación como un “9 de 10” en gravedad. Richard Thurston, director ejecutivo de Great Lakes Semiconductor, explicó que la falta del material prolongará los tiempos de producción, encarecerá los procesos y reducirá la eficiencia del equipamiento, especialmente en los grandes fabricantes.
En la industria energética, el itrio desempeña un rol crítico en el revestimiento de las palas de turbinas de gas. Su función es protegerlas contra temperaturas extremas, lo que lo convierte en un insumo indispensable para los grandes productores de turbinas. Sin embargo, Mitsubishi Heavy aseguró que, por ahora, las restricciones chinas no han afectado su operación. De modo similar, Siemens Energy indicó que monitorea la situación con preocupación, aunque sin impactos directos hasta el momento. La empresa reiteró que avanza en la diversificación de su cadena de suministros, aunque reconoció que este proceso tomará tiempo.
Efectos en el comercio global y agotamiento de inventarios
Los efectos de las restricciones chinas comenzaron a observarse a comienzos de año: las exportaciones de itrio hacia Estados Unidos se ralentizaron de forma progresiva antes de detenerse por completo tras las medidas de abril. Datos aduaneros hasta septiembre muestran que las exportaciones hacia el resto del mundo cayeron cerca de un 30% en el mismo periodo. Aun así, diversos operadores advierten que estos flujos no necesariamente redirigirán suministro al mercado estadounidense, ya que existe el temor de que China pueda reaccionar restringiendo las ventas a terceros países.
El mercado del itrio es particularmente opaco. Consultadas por Reuters, seis fuentes de la industria estimaron que los inventarios fuera de China podrían cubrir entre uno y doce meses de consumo, aunque las reservas varían enormemente según la empresa. Un operador de tierras raras, que prefirió no ser identificado, indicó que sus existencias habían caído de 200 toneladas a solo 5. Otro afirmó haber agotado completamente sus reservas.
A pesar de la situación, dos fuentes del sector aeroespacial señalaron que, por ahora, la falta de itrio no ha provocado interrupciones en la producción. Mark Burns, presidente de Gulfstream Aerospace, afirmó que el impacto era “marginal” y que no ha afectado los calendarios de entrega.
Estados Unidos busca alternativas para reducir la dependencia
Estados Unidos importa la totalidad del itrio que utiliza, con un 93% proveniente directamente de China y el resto elaborado a partir de material inicialmente procesado en ese país, según el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS). Ante este escenario, Washington ha acelerado esfuerzos para desarrollar fuentes alternativas.
ReElement Technologies, empresa con sede en Indiana, anunció que comenzará a producir óxido de itrio a una tasa de 200 toneladas anuales desde diciembre, con el objetivo de duplicar esa cifra a 400 toneladas a partir de marzo del próximo año. El país importó unas 470 toneladas de productos de itrio en 2024, por lo que la entrada en operación de esta planta podría contribuir a aliviar parte del déficit.
No obstante, especialistas advierten que la diversificación de la oferta tomará tiempo y que los mercados seguirán sensibles a cualquier movimiento en la relación bilateral entre China y Estados Unidos. Aunque la reunión del mes pasado entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping, reavivó expectativas de un acuerdo más amplio, la disputa sigue sin resolverse.
