El gobierno de Estados Unidos lanzó oficialmente la Misión Génesis, una estrategia nacional destinada a integrar inteligencia artificial (IA), supercomputación y grandes volúmenes de datos en el corazón de la investigación científica federal. Con esta iniciativa, presentada mediante una Orden Ejecutiva del presidente Donald J. Trump, la Casa Blanca busca acelerar el descubrimiento científico y reforzar el liderazgo tecnológico del país.
“La Misión Génesis conecta datos científicos de primer nivel con la IA estadounidense más avanzada para impulsar avances en medicina, energía y materiales”.
Un cambio estructural para los Laboratorios Nacionales
La medida instruye al Departamento de Energía (DOE) a unificar sus supercomputadoras, bases de datos y plataformas de análisis en un sistema de IA de circuito cerrado. Este modelo permitirá automatizar procesos científicos que actualmente requieren semanas o meses, desde el diseño experimental hasta la simulación de resultados.
La administración explicó que el nuevo enfoque transformará el trabajo de los Laboratorios Nacionales, al permitir que la IA identifique patrones, genere hipótesis, mejore modelos predictivos y sugiera optimizaciones para experimentos complejos. Con ello, Estados Unidos busca establecer un ecosistema de innovación más rápido y eficiente, capaz de enfrentar desafíos estratégicos como la competencia global en IA y la demanda de nuevas tecnologías energéticas.
Coordinación federal y prioridades estratégicas
El Asistente del Presidente para Ciencia y Tecnología será el encargado de coordinar la implementación junto a agencias claves, como la Fundación Nacional de Ciencias (NSF), el Instituto Nacional de Estándares y Tecnología (NIST) y los Institutos Nacionales de Salud (NIH).
El objetivo es crear sinergias entre investigaciones tradicionalmente aisladas, integrando datos provenientes de áreas tan diversas como salud, energía, física cuántica, defensa, manufactura avanzada y biotecnología. Según el gobierno, esta coordinación permitirá que un avance en una disciplina pueda impactar de inmediato en otras.
La administración destacó que, en un contexto internacional marcado por tensiones geopolíticas y alta demanda de innovación, esta estrategia busca asegurar que Estados Unidos mantenga su liderazgo científico y tecnológico.
Avances y desafíos por delante
Michael Kratsios, Asistente del Presidente para Ciencia y Tecnología, calificó la iniciativa como “una movilización histórica de recursos científicos y computacionales”. Según señaló, la combinación de IA y supercomputación “elevará la productividad de la ciencia a niveles nunca vistos”.
No obstante, expertos advierten que la Misión Génesis deberá enfrentar desafíos importantes: coordinación interagencial, protección de datos sensibles, adaptación de infraestructura científica y gobernanza ética del uso de IA. Aun así, el gobierno sostiene que la iniciativa permitirá inaugurar una nueva era de descubrimiento acelerado con impacto directo en salud, energía y competitividad industrial.
