Beijing reportó un alza mensual del 9% en sus envíos de tierras raras, tras tres meses de caídas consecutivas. La medida coincide con una pausa parcial en los controles de exportación acordada con Washington.
Las exportaciones de tierras raras de China aumentaron un 9% en octubre respecto de septiembre, alcanzando las 4.343,5 toneladas métricas, según los datos publicados el viernes por la Administración General de Aduanas. Se trata del primer incremento mensual tras tres meses seguidos de descensos, en medio de un complejo escenario geopolítico y comercial.
China, que concentra más del 90% del procesamiento mundial de tierras raras, continúa siendo el principal proveedor global de estos elementos críticos para las industrias de alta tecnología, automotriz y defensa.
Expansión y ajuste de los controles
El repunte de octubre se produce pocas semanas después de que Beijing ampliara sus controles de exportación el 9 de octubre, incorporando cinco nuevos elementos y decenas de tecnologías de refinación a la lista de materiales sujetos a licencia. Esta ampliación había generado preocupación en los mercados internacionales por un posible endurecimiento de la oferta.
Sin embargo, tras el encuentro del presidente estadounidense Donald Trump y su homólogo chino Xi Jinping en Busan, Corea del Sur, el 30 de octubre, ambos líderes anunciaron un acuerdo para mantener el flujo de exportaciones. Beijing confirmó posteriormente que suspendería por un año los controles adicionales implementados en octubre, aunque las restricciones previas, vigentes desde abril, seguirían aplicándose parcialmente.
Contexto de tensiones y ajustes regulatorios
El comercio de tierras raras se ha convertido en uno de los principales focos de fricción entre China y Estados Unidos, dado el papel estratégico de estos minerales en la transición energética, la fabricación de semiconductores y la defensa.
Las restricciones impuestas por Beijing desde abril habían obligado a los exportadores a solicitar licencias para cada embarque, un proceso considerado lento y burocrático por las empresas europeas y estadounidenses. La situación provocó escasez temporal de componentes en mayo, afectando especialmente al sector automotriz.
En su última actualización, fuentes oficiales chinas señalaron que los nuevos permisos de exportación que se están diseñando podrían tener validez anual y mayores volúmenes aprobados, aunque seguirán siendo más estrictos para los clientes vinculados a sectores de defensa o tecnología sensible.
Crecimiento acumulado pese a la incertidumbre
A pesar de la volatilidad regulatoria, los datos oficiales muestran que las exportaciones de tierras raras acumulan un incremento del 10,5% interanual entre enero y octubre, totalizando 52.699,2 toneladas métricas.
El desglose detallado por tipo de producto y destino comercial se publicará el 20 de noviembre, lo que permitirá evaluar con mayor precisión el impacto de las medidas en los flujos internacionales.
Analistas del sector destacan que este repunte mensual podría reflejar un esfuerzo de las empresas exportadoras por adelantar envíos antes de que entren en vigor eventuales nuevas disposiciones o límites de volumen.
Equilibrio estratégico
Beijing ha reiterado que las tierras raras son “recursos estratégicos no renovables” y que su regulación busca “preservar el interés nacional y la seguridad industrial”, más que castigar a socios comerciales.
No obstante, observadores internacionales advierten que la diplomacia de los minerales críticos se ha convertido en una herramienta clave de presión en la relación bilateral entre China y Estados Unidos, en un momento en que ambos países compiten por el liderazgo en la economía verde y las tecnologías avanzadas.

