Gerente general de Enaex: “Preocupa que en Chile se piense que el alza de impuestos es neutra para la inversión futura”

Juan Andrés Errázuriz señala que se dijo que no habría mayores efectos por los aumentos tributarios “en la década de los 2000 (incluido el royalty), pero la producción minera dejó de crecer”. Explica la estrategia de Enaex -fabricante de explosivos y prestadora de servicios para la minería- tras la incorporación a la propiedad de una empresa portuguesa y la compra de una firma australiana, asegurando que “queremos ser la mejor compañía de nuestra industria, no la más grande”. También adelanta que en 2022 alcanzaron resultados históricos y que a fin de año partiría su producción de amonio verde en Perú.

Enaex partió el año apertrechándose. El 11 de enero anunció la adquisición del 45% de la portuguesa O-Pitblast, que ofrece servicios de software y minería digital para optimizar las excavaciones, perforaciones y voladuras, subsidiaria del finlandés Forcit Group. Dos días después, compró el 100% del grupo australiano MTi, fabricante y distribuidor de accesorios para esta actividad en unos US$85 millones, con centros productivos en Australia, China, Estados Unidos y África.

Juan Andrés Errázuriz, desde hace 13 años gerente general de esta empresa que forma parte del conglomerado Sigdo Koppers, explica que la estrategia tras estas recientes incursiones es sumar capacidades para liderar la provisión de estos servicios en las principales regiones mineras del mundo: “MTi Group nos permite mejorar la eficacia y eficiencia de nuestra oferta al incorporar productos; y O-Pitblast nos dota de capacidades para diseñar y modelar voladuras que generen los resultados de fragmentación requeridos por cada cliente”. Aclara que si bien Enaex es la tercera compañía más grande en servicios de fragmentación de roca a nivel global −y líder en fragmentación y producción de nitrato de amonio en Chile y Latinoamérica, insumo base para la fabricación de explosivos−, “queremos ser la mejor compañía de nuestra industria, no la más grande”.

Emprendieron la ruta de la internacionalización en la década anterior, dado que la importante participación alcanzada en el mercado chileno les ponía límites para seguir creciendo y que la minería, su mercado objetivo, empezaba a ralentizarse: “Definimos mantenernos en nuestro negocio central en vez de diversificarnos a otros productos químicos o servicios, y aprovechar nuestras capacidades para convertirnos en un actor regional y luego internacional. Nuestras inversiones han ido a incorporar compañías que nos den acceso a tecnologías y capacidades complementarias”.

En 2015 se conformó Enaex Brasil, la mayor firma de explosivos en ese país, tras adquirir IBQ Industrias Químicas (Britanite); y compraron el grupo francés Davey Bickford, uno de los principales fabricantes y distribuidores mundiales de detonadores electrónicos; en Perú concretaron en mayo de 2018 la adquisición del 85% de Chemtrade y el 100% de Industrias Cachimayo, único productor de nitrato de amonio de ese país, consolidándose como mayor productor de la región. 2020 fue el año de entrada a Sudáfrica como controlador de Enaex África, formada con la división de explosivos de Sasol South Africa Limited. En marzo de 2021 aterrizó en Australia con la adquisición de Downer Blasting Services. Además, cuenta con una filial y una planta en Colombia y oficinas en varios mercados.

Con esta estrategia, desde 2011 la empresa anota un crecimiento anual de las ventas de 10%, pasó de 1.400 a 6.750 personas contratadas y expandió sus operaciones desde Chile y Argentina hacia 14 países.

Hace una década Chile representaba el 95% de los ingresos y a la fecha va en cerca del 47%, y seguirá bajando a medida que se consoliden las inversiones en el extranjero: “Tenemos el desafío de seguir siendo mejores proveedores para mantener la participación de mercado y elevarla algo más, pero como estamos indexados al crecimiento de la minería, a medida que esta crezca, poco se reduce el espacio”, comenta Errázuriz.

Por áreas de negocios, el punto de partida fue la producción de explosivos, pero ha venido creciendo fuerte en servicios integrados para balancear las fuentes de ingresos.

¿Tienen otro mercado en la mira a corto o mediano plazo? ¿Canadá es un objetivo?

-No estamos pensando entrar a otros distritos, sino fortalecernos en aquellos en que si bien tenemos presencia, aún no alcanzamos un nivel importante, como Estados Unidos o Perú. Canadá nos interesa a futuro, porque es una minería mayoritariamente subterránea y estamos desarrollando capacidades para ese tipo de operación. Por ahora cubrimos ese mercado desde Estados Unidos.

¿Cómo financiaron las recientes compras?

-Hasta aquí nos hemos financiado con recursos propios y endeudamiento. En el mediano plazo, para una eventual inversión más grande, tendríamos que pensar en un aumento de capital, lo que no está en nuestros planes por ahora. Inversiones como las de este año las abordaríamos con el mismo mix.

¿A cuánto ascendieron las inversiones en 2022 y cuál es el presupuesto para este año?

-En 2022 fueron del orden de US$80 millones, una parte para mantención de los negocios actuales y otra para prepararnos para el crecimiento de demanda futuro. En Brasil estamos construyendo una planta y aumentando capacidad en Francia. Este año destinamos a las recientes compras casi US$90 millones y adicionalmente presupuestamos inversiones en mantención de capacidad productiva, renovación de flota y complementos por US$70 millones.

Los resultados a septiembre de 2022 anotaban un importante aumento. ¿Se mantuvo la tendencia?

-Los resultados fueron muy buenos respecto de 2021 y respecto de la historia de Enaex. Al tercer trimestre la tendencia era del 80% sobre el ejercicio pasado y en el último trimestre eso se consolidó producto de que las inversiones internacionales de los últimos años han empezado a rentar, ya que hemos mejorado eficiencia y productividad. Una parte de este aumento tiene que ver con la mejor performance de los negocios internacionales y otra, con el buen escenario de precios para el nitrato de amonio, ya que la salida de Rusia del mercado contrajo la oferta global, lo que en nuestro caso se ha traducido en mayor demanda por este producto y subimos la producción en la planta de Mejillones.

Errázuriz agrega que los resultados de 2022 superaron los niveles de prepandemia, en línea con la minería y por el crecimiento vía adquisiciones. Y que han enfrentado una fuerte presión de costos, sobre todo de energía: “Como una parte de nuestra venta es spot, hemos ajustado precios para absorber esas alzas y los contratos de largo plazo tienen polinomios de reajuste cada cierto tiempo. Además, hemos trabajado en eficiencia energética: el 60% de las necesidades de nuestra planta ya es autogenerada”.

La capacidad exportadora de nitratos desde Chile la destinan a Perú, Argentina y Bolivia, y el año pasado lograron un contrato importante con minera Cerrejón en Colombia. Registraron ventas históricas en Brasil, pero en Perú anotaron una baja por el término de un contrato. Respecto de este último mercado, el gerente general dice que esperan que la situación se normalice pronto: “Hoy los tres ejes de acceso al sur −por el mar, zona central y la cordillera− están bloqueados. No se puede entregar insumos a las minas y varias han decidido parar temporalmente operaciones”.

¿Dónde se produjo el aumento del mercado chileno?

-Creció un poco, principalmente porque como las leyes de las minas están cayendo, requieren más insumos para mantener sus niveles de producción. Nuestras ventas crecieron por esto y porque ganamos participación de mercado. La nueva producción minera es muy marginal.

¿Cuánto cree que impactará el royalty a la actividad minera?

-Preocupa que en Chile se piense que las alzas de impuestos son neutras para la inversión futura. La evidencia en el sector minero demuestra lo contrario. Se dijo que no habría mayores efectos por los aumentos de impuestos en la década de los 2000 (incluido el royalty), pero la producción minera dejó de crecer. Desde 1990 a 2005 pasamos de 1,5 millones de toneladas a 5,5 millones. Sin embargo, a partir de 2005 el crecimiento ha sido casi nulo. En los últimos 10 años la participación de Chile en la producción mundial de cobre bajó del 35% al 26%, por lo que es claro que los inversionistas prefirieron buscar otros mercados. Necesitamos aprovechar nuestros recursos mineros para producir más ingresos para el Estado y dar beneficios sociales; eso es mucho más eficiente que aumentar impuestos y ahuyentar la inversión. Además, produciendo cobre y litio facilitamos la transformación energética que ayudará a descarbonizar el planeta.

¿Cómo evalúa la conducción económica de Marcel?

-Creo que es una garantía. Es un gran ministro y ha hecho una política fiscal muy positiva en el último año. Evidentemente, enfrenta presiones internas con las cuales debe ser difícil trabajar. A uno le gustaría que tuviera más protagonismo, pero ha hecho un buen papel.

¿Le parece que un Comité de Ministros defina proyectos de inversión controvertidos?

-En la medida que el proceso sea objetivo y haya parámetros técnicos, no importa que un Comité de Ministros defina. Creo que en general el proceso de evaluación ambiental en Chile debiera ser más técnico y claro, menos dependiente de las autoridades locales de turno. Hace años ingresamos un proyecto de conversión destinado únicamente a abatir emisiones y nos tomó como un año, lo que es un sinsentido. No está en cuestión que el sistema sea exigente, sino que las exigencias se ciñan a parámetros técnicos.

¿Se aquietó la incertidumbre respecto del cambio constitucional?

-Sin duda el ambiente es más propicio para llegar a la Constitución que Chile necesita, que nos una con crecimiento e inclusión social.

Amonio verde: a fin de año partiría producción en Perú

Enaex está muy activa en el tema de hidrógeno verde para producir su materia prima, amonio, también verde. El total del hidrógeno verde que genere desde 2025 la planta piloto que desarrolla Engie en Tocopilla, conocida como HyEx 1 −cuya ingeniería debiera terminar hacia fin de año para pasar a la construcción−, se destinará a su planta Prillex de Mejillones para producir este insumo base para el nitrato de amonio, que a su vez usa en la fabricación de explosivos para las tronaduras en la minería. Esto le permitirá reducir en 5% la importación de amoníaco gris (fabricado a partir de combustibles fósiles como gas, carbón o diésel).

En una segunda etapa, la planta de Engie (HyEx 2) escalará el proyecto para hacerlo competitivo a 2030. “Enaex será coinversionista del proyecto y compromete demanda por H2V. Los porcentajes de la sociedad ya están definidos y hay una compañía japonesa interesada en participar, pero todavía no podemos anunciar detalles. El 50% de la producción de nitrato de amonio verde se exportará”, explica Errázuriz.

Pero no será en Chile donde Enaex estrenará su producción de amonio verde, sino en Cachimayo, Perú, a fines de 2023 o comienzos de 2024. Enaex produce 30.000 toneladas al año de amonio en una pequeña planta construida hace 40 años que siempre ha funcionado con hidrólisis, pero con combustible fósil. Para transformarla a amoníaco verde suscribieron un contrato de suministro de energía 100% renovable con Engie y están en la etapa de certificar el proceso: “Seremos probablemente la primera compañía de Sudamérica con una producción 100% de amonio verde a fin de año”, afirma el gerente general.

Errázuriz explica que dado los costos, el amonio verde no es competitivo con el tradicional sin ningún grado de subsidio. Pero que como actualmente el precio está muy alto y debido a que en el caso de este proyecto puntual se usará en instalaciones cercanas a la planta, es acotadamente competitivo: “Para que el amonio verde sea competitivo se requiere que baje el precio de la energía, lo que con las nuevas tecnologías solares y eólicas ha venido pasando y debiera seguir. También se requiere que el capex de la hidrólisis disminuya, y eso también está ocurriendo. Pensamos que de aquí a 10 años el amoníaco verde será competitivo con el amoníaco gris (producido a partir de gas)”. Y enfatiza: “Parte de nuestro objetivo con esta planta es determinar el premio que las mineras están dispuestas a pagar por este producto de mayor calidad ambiental”.

El 20% del presupuesto anual de inversión va a innovación

Enaex lleva un tiempo desarrollando soluciones tecnológicas para sus operaciones en el campo de la robotización y teleoperación, que le han permitido, entre otras cosas, el carguío remoto de explosivos en las faenas. En los últimos años, excluyendo las adquisiciones, la inversión en innovación ha representado entre el 15% y el 20% de su capex total anual: “Nos gusta más medir el retorno de nuestra inversión en innovación por el Ebitda incremental que generan las iniciativas innovadoras de los últimos cinco años. Este año el aporte al Ebitda de proyectos de innovación será alrededor de US$20 millones”, asegura Errázuriz.

Hace hincapié en que el objetivo prioritario es mejorar la seguridad de las personas en las faenas. Para estos desarrollos suscriben alianzas con universidades y centros tecnológicos nacionales y extranjeros, entre los que se cuentan el Centro de Modelamiento Matemático de la Universidad de Chile, Stanford Research Institute de Estados Unidos y el Instituto de Energía Atómica en Francia. También tienen equipos propios en distintos países.

Juan Andrés Errázuriz, gerente general de Enaex.

Fuente: La Tercera

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