Wall Street inició diciembre con una corrección y una pausa en el rally que venía impulsando a las acciones estadounidenses, en una jornada dominada por un nuevo giro de aversión al riesgo que se manifestó desde Asia hasta Nueva York.
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El detonante principal llegó desde Japón: un repunte abrupto en los rendimientos de la deuda soberana, provocado por declaraciones del gobernador del banco central, Kazuo Ueda, que los operadores interpretaron como la señal más clara hasta ahora de un inminente aumento de tasas este mes.
El impacto se propagó rápidamente por el mercado global de bonos y terminó reforzando la tónica de ajuste en los activos de riesgo en la sesión estadounidense.
El movimiento en Japón tomó por sorpresa a buena parte del mercado. Los rendimientos de los bonos a 10 años del gobierno japonés saltaron con fuerza, ampliando la presión que ya se acumulaba tras semanas de especulaciones sobre un giro en la política monetaria.
El alza generó ventas en cascada en deuda soberana de otras economías avanzadas. En Estados Unidos, el rendimiento del Tesoro a 10 años avanzó hasta 4,09%, marcando el inicio de la semana en terreno claramente negativo para la renta fija.
La reacción fue proporcional a la señal que daban los operadores: la era de tipos ultrabajos en Japón, que durante años moderó la volatilidad global y facilitó operaciones de carry trade, podría estar más cerca de su fin. Ese ajuste redujo el apetito por estrategias de mayor riesgo y motivó reequilibrios que se sintieron con fuerza en las bolsas occidentales.
En ese contexto, el S&P 500 llegó a perforar el umbral de 6.800 puntos antes de moderar las pérdidas hacia el cierre, aunque al final perdió -0,53%. El Dow Jones cedió -0,90% y el Nasdaq cayó -0,38%, aunque este último logró contener parte del daño gracias al rebote puntual de Nvidia (NVDA), que compensó la caída de Alphabet (GOOGL).
La atención del mercado, sin embargo, no se limita al contagio desde Japón. En Estados Unidos, los inversores navegan la antesala de la reunión de la Reserva Federal del 9 y 10 de diciembre, con la expectativa de un recorte de 25 puntos básicos que ha ido consolidándose tras los datos económicos recientes.
Antes de esa decisión, los funcionarios recibirán su indicador de inflación preferido, que se prevé estable pero aún resistente, y nuevas cifras del mercado laboral.
El deterioro del apetito por riesgo también estuvo exacerbado por la fuerte corrección en las criptomonedas. El bitcoin llegó a caer cerca de 8% hasta niveles de US$84.000, acumulando un descenso de casi 30% desde principios de octubre, mientras Ether retrocedió alrededor de 10%.
Más de US$1.000 millones en posiciones apalancadas fueron liquidadas en cuestión de horas, reflejando un mercado vulnerable a episodios de “cascada de liquidaciones”. “Es un inicio de diciembre de aversión al riesgo”, sintetizó Sean McNulty, de FalconX, a Bloomberg.
En materias primas, el petróleo logró avanzar pese al tono generalizado de aversión al riesgo. El WTI para entrega en enero subió alrededor de 1,3% y cerró en US$59,32 por barril, impulsado por la suspensión parcial de cargas en una terminal del Consorcio del Oleoducto del Caspio en el mar Negro tras daños por ataques en la región.
La noticia se superpuso al trasfondo bajista de expectativas de exceso de oferta para 2026 y a un posicionamiento abrumadoramente corto entre asesores cuantitativos.
De cara al resto de diciembre, los inversores ponderan la resistencia del rally frente a la magnitud de los ajustes en bonos soberanos, especialmente si el Banco de Japón confirma un giro de política que tendría implicaciones estructurales para los flujos globales.
No obstante, la estacionalidad sigue jugando a favor del mercado: desde 1950, diciembre ha sido históricamente el mes con mayor probabilidad de avances para el S&P 500.
¿Cómo va el dólar hoy en América Latina?
El movimiento global de retirada de riesgo se trasladó también a las divisas emergentes. El índice de monedas de países en desarrollo revirtió las ganancias iniciales de la sesión, golpeado por la combinación de mayores rendimientos en Estados Unidos y menores precios de los activos de riesgo.
El peso colombiano (USDCOP) cayó alrededor de 1%, afectado por preocupaciones fiscales y nuevas encuestas sobre la elección presidencial de 2026, mientras que las monedas de Brasil (USDBRL), Perú (USDPEN) y Chile (USDCLP) retrocedieron en menor medida, al igual que el peso mexicano (USDMXN) y el argentino (USDARS).
No obstante, dólar se mantiene “caro y vulnerable”, según Francesco Pesole, estratega de ING, quien considera que esta semana representa “la última oportunidad real” para que el mercado reconsidere un recorte de tasas por parte de la Reserva Federal en diciembre.
Si bien su escenario base contempla un recorte la próxima semana, Pesole advierte que los 25 puntos básicos incorporados lucen “demasiado dovish” frente al tono mixto de los datos recientes y los comentarios de autoridades monetarias.
Las noticias corporativas del día
– Las acciones de Moderna (MRNA) cayeron luego de que la FDA anunciara nuevas exigencias regulatorias para aprobar vacunas, tras un memorando interno que vincula vacunas contra el Covid-19 con la muerte de 10 niños. El regulador exigirá más pruebas de seguridad para las dosis en general.
– BYD, el mayor fabricante de vehículos eléctricos del mundo, reportó una caída del 5,3% interanual en sus ventas de noviembre, entregando 480.186 unidades. Es la tercera baja mensual consecutiva y ocurre en plena temporada alta, cuando los consumidores suelen adelantar compras antes de que expire la exención fiscal completa para vehículos de nueva energía en China, el 31 de diciembre.
– Targa Resources anunció la compra de su competidor Stakeholder Midstream por US$1.250 millones en efectivo, fortaleciendo así su capacidad de transporte y procesamiento de gas natural en la Cuenca Pérmica, una región clave pero limitada en infraestructura. Con esta adquisición, Targa sumará aproximadamente 480 millas de gasoductos.
– Barrick Mining (B) anunció que está evaluando una oferta pública inicial (OPI) de una participación minoritaria en una nueva unidad que incluiría sus activos de oro en Norteamérica, como su participación en la empresa conjunta en Nevada y la mina Pueblo Viejo en República Dominicana.
