Con una inversión inicial de US$ 973 millones, la mina Oko West en Guyana se proyecta como una nueva piedra angular en la expansión de G Mining Ventures en Sudamérica.
Con una inversión inicial de US$ 973 millones, la compañía canadiense inicia la construcción de una mina de oro que se proyecta como uno de los desarrollos mineros más relevantes del Caribe suramericano. El primer vertido de oro está previsto para 2027.
Inicio formal de construcción y decisión de inversión
La empresa G Mining Ventures (GMIN) anunció el inicio oficial de la construcción del proyecto aurífero Oko West, ubicado en Guyana, tras la aprobación de su Junta Directiva y la obtención de los permisos ambientales y financieros necesarios. Con un presupuesto de capital inicial estimado en US$ 973 millones (C$ 1.36 mil millones), la iniciativa se perfila como uno de los mayores proyectos mineros en ejecución en la región.
El presidente y director ejecutivo de GMIN, Louis-Pierre Gignac, destacó que la decisión marca “un hito en la evolución de la compañía hacia un productor de oro intermedio”, subrayando que el proyecto sigue el mismo modelo de ejecución disciplinada que permitió el éxito del yacimiento Tocantinzinho, en Brasil.
“Con el financiamiento asegurado, avanzamos en un proyecto de clase mundial totalmente permitido, replicando un modelo probado que entrega resultados seguros, a tiempo y dentro del presupuesto”, señaló Gignac. “Oko West será la próxima piedra angular de nuestra estrategia de crecimiento, con el primer oro previsto para la segunda mitad de 2027”, añadió.
Avance en ingeniería y adquisiciones
Según el reporte entregado por la compañía, la ingeniería de detalle del proyecto se encuentra completada en un 36%, mientras que los trabajos preliminares avanzan conforme al cronograma establecido. A septiembre de 2025, el proyecto había incurrido en gastos por US$ 110 millones, además de US$ 46 millones en pagos anticipados, totalizando US$ 156 millones en desembolsos directos.
Los compromisos de construcción alcanzan ya los US$ 334 millones, equivalentes al 33% del presupuesto total. Dichos compromisos incluyen contratos de suministro, servicios y adquisiciones de equipos mineros y plantas de procesamiento, todos bajo estándares internacionales de control y seguridad industrial.
“Las adquisiciones avanzan según lo planificado, y el ritmo de contratación de bienes y servicios locales es mayor al previsto, lo que contribuye a fortalecer la cadena de valor en Guyana”, informó la empresa en su comunicado.
Empleo local y desarrollo regional
Uno de los aspectos más destacados del proyecto es su composición laboral con fuerte presencia local. GMIN informó que actualmente 710 personas trabajan en el proyecto, entre 520 empleados directos y 190 contratistas, con una participación de más del 80% de ciudadanos guyaneses.
La política de contratación prioritaria busca fomentar la transferencia de conocimientos técnicos a la fuerza laboral local, con programas de capacitación en operación minera, mantenimiento industrial y seguridad laboral.
“Queremos que Oko West no solo sea un proyecto minero, sino también un catalizador de desarrollo humano y profesional para las comunidades guyanesas”, sostuvo Gignac en su declaración pública.
Ubicación estratégica y características del yacimiento
El proyecto Oko West se localiza al sur del histórico distrito aurífero de Oko, aproximadamente 95 kilómetros al oeste de Georgetown, capital de Guyana. El yacimiento se encuentra dentro de una licencia de prospección de 44 kilómetros cuadrados, propiedad total de la subsidiaria guyanesa de GMIN.
Los estudios geológicos preliminares indican un alto potencial de mineralización aurífera, con reservas probadas y probables que sustentan una vida útil de más de una década, dependiendo de las condiciones de mercado y los resultados de exploración en curso.
El proyecto contempla la construcción de una planta de procesamiento, depósitos de relaves, campamentos, infraestructura eléctrica y vial, además de instalaciones de manejo ambiental y de aguas, con cumplimiento de estándares internacionales de sostenibilidad.
Financiamiento y disciplina operativa
GMIN aseguró el financiamiento total del proyecto a través de una combinación de deuda, capital propio e instrumentos estructurados, lo que garantiza la continuidad de las obras sin interrupciones. La compañía enfatizó que el modelo de “auto-ejecución”, que implica la gestión directa de las principales fases del proyecto por parte de su equipo técnico, reduce los riesgos de sobrecostos y retrasos.
El método fue aplicado con éxito en la mina Tocantinzinho, en Brasil, inaugurada dentro de plazo y bajo presupuesto en 2023. Oko West busca replicar esa experiencia, consolidando a GMIN como uno de los actores emergentes del mercado aurífero latinoamericano.
“Estamos construyendo sobre una base sólida de disciplina y eficiencia. Cada dólar invertido se controla con rigurosidad técnica y financiera”, afirmó Gignac, destacando la relevancia estratégica del proyecto dentro del portafolio global de la compañía.
Expansión regional: foco en Guyana y Brasil
Además de Oko West, GMIN continúa su estrategia de expansión regional. En septiembre de 2024, la empresa firmó un acuerdo para adquirir el proyecto CentroGold, ubicado en el Cinturón de Oro Gurupi de Brasil, a subsidiarias del grupo BHP.
La operación refuerza la presencia de GMIN en Sudamérica, consolidando un eje de producción aurífera que conecta Brasil y Guyana, dos de las jurisdicciones con mayor potencial de desarrollo minero en el continente.
Con ambos proyectos, la empresa apunta a duplicar su producción aurífera hacia finales de la década, transformándose en un productor intermedio con una base de operaciones diversificada y sostenida en prácticas de responsabilidad ambiental y social.
Perspectiva: hacia una nueva etapa del oro guyanés
El inicio de la construcción de Oko West marca un nuevo capítulo en la minería de Guyana, país que en la última década ha experimentado un auge en la inversión extranjera directa en recursos naturales. Con el respaldo financiero y técnico de GMIN, el proyecto promete impulsar el empleo, la infraestructura y la exportación de oro en la región.
El reto ahora será mantener la eficiencia operativa y el compromiso ambiental, en un contexto donde los estándares internacionales de sostenibilidad son cada vez más exigentes.

