Indonesia aplicará aranceles a la exportación de oro en un giro fiscal con impacto global

Por:
Cristian Recabarren Ortiz
Editor Senior Revista Digital Minera
Fundador y Editor de Revista Digital Minera, Ingeniero de Minas apasionado por la Tecnología e Innovación.
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La medida, que entrará en vigor el 23 de diciembre, busca captar rentas extraordinarias en un contexto de precios históricamente altos del metal y podría generar hasta US$ 180 millones en ingresos fiscales en 2026.

Indonesia, uno de los principales productores auríferos del sudeste asiático, decidió avanzar hacia una mayor captación de ingresos provenientes de sus recursos naturales. A partir del próximo 23 de diciembre, el país comenzará a aplicar aranceles a la exportación de productos de oro, según establece una nueva regulación publicada por el Ministerio de Finanzas, en una señal clara de endurecimiento de su política fiscal sobre los commodities estratégicos.

La iniciativa contempla tasas que oscilarán entre 7,5% y 12,5%, dependiendo del tipo de producto aurífero exportado, siempre que el precio de referencia oficial del oro se sitúe entre US$ 2.800 y US$ 3.200 por onza troy. En caso de que el valor del metal supere los US$ 3.200 la onza, los derechos de exportación se incrementarán aún más, ubicándose en un rango de entre 10% y 15%.

Diferenciación por tipo de producto

El esquema tarifario distingue entre las distintas formas de oro exportado. Las barras acuñadas, consideradas de mayor grado de refinación, enfrentarán los gravámenes más bajos, mientras que el doré —lingotes semipuros que requieren procesamiento adicional— estará sujeto a las tasas más elevadas. Esta diferenciación apunta a incentivar un mayor valor agregado local y desincentivar la exportación de productos con menor nivel de procesamiento.

El precio de referencia que activará las distintas bandas arancelarias será fijado periódicamente por el Ministerio de Comercio, tomando como base las cotizaciones internacionales del oro. De este modo, el mecanismo quedará directamente vinculado a la evolución del mercado global del metal precioso.

Objetivo fiscal y contexto de precios récord

Desde el gobierno indonesio, la medida fue justificada como una herramienta para aprovechar el ciclo alcista del oro, que se ha visto impulsado por la incertidumbre geopolítica, las tensiones inflacionarias y la búsqueda de refugio por parte de los inversionistas. El ministro de Finanzas, Purbaya Yudhi Sadewa, afirmó que el nuevo impuesto podría generar ingresos de hasta 3 billones de rupias, equivalentes a unos US$ 180 millones, durante 2026.

La frase clave que resume el trasfondo de la decisión es clara: Indonesia busca capturar una mayor proporción de la renta minera en un escenario de precios internacionales excepcionalmente altos.

Impacto en el sector y señales al mercado

La introducción de estos aranceles se suma a una estrategia más amplia del país asiático, que en los últimos años ha reforzado su control sobre la cadena de valor de los minerales, especialmente en níquel y ahora también en oro. Para las empresas mineras, la medida implica un ajuste en sus márgenes y estrategias comerciales, mientras que para el mercado global podría traducirse en cambios en los flujos de oferta.

Aunque el impacto inmediato sobre los precios internacionales sería acotado, analistas advierten que decisiones de este tipo refuerzan una tendencia global hacia un mayor nacionalismo de recursos, con implicancias de mediano plazo para la oferta de metales preciosos.

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